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17 de junio de 2008
Los tres artífices de la estética hombros, cintura y gemelos
Hace ya más de 2.000 años que los griegos instauraron los cánones de la belleza corporal, esa por la que todavía nos regimos.
A pesar del tiempo que nos separa, todavía aquellas estatuas grecorromanas siguen representando la belleza clásica del cuerpo humano en sus mejores proporciones.
Todo aquel que se inicia en el entrenamiento con pesas y especialmente en el culturismo lo hace con el anhelo de edificar un físico de músculos grandes y proporcionado. Esa es la clave: la proporción.
Y para los que empezáis ahora, vale la pena que no olvidéis desde el principio que los tres artífices de la estética son los hombros, la cintura y los gemelos.
Vuestra sombra no miente. ¿Queréis saber cuál es vuestra proporción? Consultad vuestra sombra.
El primer impacto visual cuando se contempla un físico es el de su contorno general, no el detalle interno de cada una de sus partes, sino la silueta general. Imaginad que estáis en la playa y de pronto aparece una figura con el sol a sus espaldas y al mirarla sólo podéis distinguir sus perfiles y contornos. Enseguida comprobaréis si se trata de un atleta o de un cuerpo agraciado de buenas proporciones. Esa información emana de tres puntos concretos: unos hombros anchos, una cintura estrecha y unas pantorrillas redondas.
Esas tres zonas corporales tienen una fuerza increíble sobre la imagen general que proyectan del cuerpo.
Además, tanto en hombres como en mujeres, la fuerza estética de esos puntos es igualmente poderosa.
Seguro que si cerráis los ojos un momento y pensáis en esos cuerpos que os inspiran a entrenaros, esos que más admiráis, seguro que estaréis de acuerdo en que poseen estos tres rasgos, hombros anchos, cintura estrecha y gemelos bien formados.
Pues bien, en los inicios de este deporte se siembran las raíces del cuerpo que en el futuro llegaréis a desarrollar, por tanto no lo olvidéis.
Muchos principiantes se obcecan en concentrarse en entrenar especialmente los brazos, el pecho o la espalda, y con frecuencia relegan a una segunda parte otros grupos, menos llamativos, como precisamente la cintura o los gemelos.
No cometáis ese error, porque si caéis en ese fallo, más tarde os costará mucho recuperar la simetría y puede que nunca lo consigáis.
Por tanto, desde este mismo momento vale la pena que os centréis en entrenar con ahínco esos tres puntos tan importantes como acabamos de ver.
Si sois principiantes en las primeras etapas, puede que vuestra rutina sólo incluya un ejercicio para cada zona, poco importa, no los infravaloréis a favor de esas zonas más llamativas, porque vuestra proporción futura depende más de hombros, cintura y gemelos que de unos brazos grandes o un pecho masivo.
Hombros, la marca
Unos hombros anchos y redondos confieren un aspecto de poderío físico, además de brindar una imagen atlética y estética, puesto que el hecho de ensanchar la zona clavicular inmediatamente reduce la cintura y aumenta la proyección física. La mejor prueba de ello es que todos los trajes incluyen hombreras, sencillamente porque en cuanto te pones la chaqueta la amplitud de hombros aumenta y con ello la estética mejora notablemente. Todos tenemos asociada la amplitud de hombros con la belleza y elegancia.
Por otro lado, unos hombros fuertes constituyen una ventaja para mejorar en los demás ejercicios como los destinados al pecho o la espalda.
Para lograr ensanchar el perímetro de los hombros, debéis centraros en los siguientes ejercicios:
Presses de hombros
Levantar un peso por encima de la cabeza obliga a intervenir en gran medida a los deltoides, que son los músculos que forman el hombro. Ese movimiento de presión hacia arriba se denomina en la jerga del culturismo, press, y puede efectuarse con barra, mancuernas o en máquina. Aseguraos de entregaros con afán a este movimiento porque contribuirá en gran medida en el desarrollo de los hombros.
Elevaciones laterales
Las elevaciones laterales consisten en desplazar los brazos lateralmente hasta ponerlos en cruz, con las manos a igual altura de los hombros, llevando una resistencia en cada mano, una mancuerna. El movimiento en sí afecta muy directamente a la cabeza lateral del hombro, que es precisamente la que cuando está desarrollada contribuye más a ensanchar el perímetro clavicular. Por tanto, ese es otro ejercicio en el que debéis poner todo el énfasis.
Remo con barra al mentón
Puede que este movimiento no os lo incluyan en las primeras rutinas, pero seguro que no pasará mucho tiempo antes de que os lo incluyan. Consiste en sostener una barra delante de los muslos y llevarla a la altura de la barbilla, manteniendo los codos por encima de la barra en todo momento. Se trata de otro ejercicio que implica la contracción de los músculos del hombro y por tanto favorece su desarrollo.
La cintura, un punto vital
¿Hace falta subrayar que la cintura constituye un centro visual de gran importancia? Nadie, ni hombre ni mujer puede estar en buena forma si la zona media no lo está. Tener unos brazos y piernas fuertes, junto con un pecho o espalda musculosas, sirven de poco si la cintura está gorda, fofa y ancha.
Lógicamente mantener unos niveles de grasa corporal bajos constituye requisito indispensable para evitar tener ‘barriga’, pero además hay que entrenarla para que los abdominales destaquen limpiamente.
Para reducir y endurecer la cintura, debéis centraros en los siguientes ejercicios:
Encogimientos de abdomen
Es el ejercicio más básico y sencillo para muscular el abdomen y basta con estirarse y elevar el torso en un movimiento corto para contraer el abdomen.
Elevaciones de piernas
Las elevaciones de piernas pueden efectuarse de numerosas formas, pero todas ellas obligan a contraerse a los músculos abdominales de la parte inferior del abdomen.
Inicialmente no hace falta complicarse demasiado en la cintura, pero eso sí, no dejarla nunca sin entrenar.
Gemelos, el barómetro más fidedigno
Pocas cosas hay más antiestéticas y que destruyan más la imagen corporal que unas piernas que acaban en pantorrillas secas como palillos. Las famosas patas de pollo, pueden hacer mucho daño a la imagen corporal global. En cambio, unos gemelos redondos y gruesos proporcionan una imagen de atleta y de magnifica proporción. Es la guinda del pastel. ¿De qué os servirán unos hombros anchos y una cintura estrecha si el cuerpo acaba en unas pantorrillas paupérrimas y esqueléticas? El conjunto será desagradable en su proporción.
La mayoría de principiantes no otorga ninguna importancia al trabajo de los gemelos, una zona cubierta por los pantalones que pocas veces se ve. No cometáis ese error. Es una zona de una importancia estética capital.
Para desarrollar unos buenos gemelos redondos, debéis centraros en los siguientes ejercicios:
Elevaciones de talones
De todos los grupos musculares, este es el más fácil de entrenar, que no digo de desarrollar, porque basta con ponerse de puntillas sobre los dedos de los pies. Incluso ese gesto sin necesidad de cargar ningún peso basta para desarrollar los gemelos si se hace lo suficiente. ¿Habéis observado los gemelos de los bailarines de ballet? Éstos no usan pesos, pero pasan de puntillas gran parte del tiempo y no hay ninguno que no tenga unos gemelos excepcionales.
No desestiméis desde los primeros tiempos el entrenamiento de la parte inferior de las piernas, porque es la mejor inversión.
Vuestro futuro físico se escribe hoy
No es ninguna broma, ni un juego semántico de palabras, es absolutamente cierto. La proporción y la simetría que seáis capaces de conseguir en el futuro, van a depender del trabajo que hagáis ahora, desde el principio.
Por consiguiente, poned el acento en el entrenamiento de estos tres puntos primordiales, hombros, cintura y gemelos. ¡No os arrepentiréis!