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22 de julio de 2008
Qué te pasa cuando te saltas el gimnasio?
Una buena siesta
El esfuerzo renovado después de un periodo de inactividad hace que tu cuerpo desee descansar inmediatamente para recuperarse. Por eso, no vuelvas al gimnasio por la mañana o te quedarás dormido en el trabajo.
Las glándulas te hablan
El ejercicio hace que las glándulas de la adrenalina liberen en el flujo sanguíneo cortisol (la hormona del estrés) . Cuando uno retoma el ejercicio después de una larga pausa, libera más cortisol que de costumbre, cosa que puede hacer que se te inflamen las articulaciones. Es la forma que tiene el cuerpo de proteger las zonas que has forzado en exceso.
Por piernas
Al día siguiente tendrás la sensación de que alguien te ha cortado las piernas con un cuchillo afilado. Levantar pesas hace que los músculos tengan que esforzarse tanto que realmente provoca desgarrones microscópicos en ellos. Mientras el cuerpo repara esos desperfectos, los músculos crecen y los huesos y el tejido se fortalecen.
Respiración acelerada
Los pulmones son como cualquier otro músculo: se vuelven más fuertes y grandes cuando practicas ejercicio (especialmente, cardiovascular). Pero una temporada sin ejercitarse los vuelve más débiles (a ellos y a los músculos que los sujetan, el diafragma y los intercostales). Eso significa que no podrás almacenar tanto oxígeno. Resultado: en un abrir y cerrar de ojos jadearás como un perro..
Articulaciones engrasadas
Si remoloneas en el sofá acabarás eliminando fluido sinoviál de las articulaciones. Al ejercitar las extremidades bombeas este fluido fuera de la membrana de la articulación, el sinovio engrasa el cartílago y consigue que la articulación se mueva con suavidad. En unas dos semanas tus articulaciones estarán menos agarrotadas.
Ejercicio cerebral
Cuando están inactivos, los enlaces neuronales entre el cerebro y los músculos se vuelven menos eficaces. Por eso tienes sensación de debilidad. Conforme entrenes, el cerebro se ira acostumbrando a decirle a tus músculos: "Sí, puedo conseguirlo".
De todo corazón
Después de un tiempo sin entrenar, tu corazón no puede bombear tanta sangre con cada contracción, pero los músculos siguen necesitando la misma. El corazón resuelve este dilema aumentando el número de latidos por minuto (el ritmo cardíaco) para que la sangre llegue a los lugares donde hace falta.