
Calentad a fondo esta articulación antes del entrenamiento con mucho peso para no sobreestirarla y tened presente la importancia de una buena ejecución.
Realizad las sentadillas con gran control sin ningún balanceo en el punto bajo y sin descender demasiado de la línea paralela con el suelo. En los levantamientos más duros es útil utilizar una rodillera o una venda elástica. Si os lesionáis el tratamiento dependerá de la gravedad del daño, pero la mayoría responde a la aplicación de hielo y al descanso.
Por desgracia, muchos cometen el error de volver al gimnasio demasiado pronto después de una lesión y recaen. La rehabilitación debe realizarse con ejercicios como las extensiones de piernas con poco peso, que no tensan la zona afectada. Haced altas repeticiones y movimientos parciales para evitar el dolor. Tenéis que escuchar a vuestro cuerpo. Entrenad con cabeza y manteneos sanos.