Por empezar, debemos restablecer los depósitos de glucógeno que el cuerpo ha utilizado durante la actividad, y para ello, se recomienda ingerir alimentos ricos en carbohidratos entre los 40 minutos y las 2 horas después de acabar el entrenamiento. Por ejemplo, podemos recurrir a las pastas, a las frutas, al pan o a algunas galletas que permitirán replecionar el glucógeno muscular, la principal reserva de energía a la que recurre el cuerpo durante el ejercicio.
Además, debemos incorporar proteínas, para que tenga lugar la regeneración muscular y la síntesis proteica si tu entrenamiento está intentando lograr una hipertrofia, para ello, podemos incorporar lácteos tras el esfuerzo o alguna porción de carnes con bajo contenido graso.
Por otro lado, debes reponer los fluidos perdidos y los electrolitos, por eso, lo importante es que recurras a los líquidos adecuados según la actividad que acabas de realizar. Por ejemplo, si asistes al gimnasio y sólo te ejercitas por 1 hora, bastará con la ingesta de agua, pero si realizas actividades de larga duración, es importante que la reposición de líquidos también considere los electrolitos perdidos, para ellos puedes utilizar bebidas isotónicas.
No podemos olvidar otro de los pilares fundamentales de la recuperación: el descanso. Es importante que tras el esfuerzo y la exigencia que han recibido tus músculos, le des tiempo para eliminar el estrés e inciar los procesos propios de un músculo que cobra fuerza. Entonces, duerme lo suficiente y si el trabajo ha sido muy intenso, descansa de la actividad por lo menos 24 horas.
Este descanso permitirá que tu cuerpo se recupere por completo y que el entrenamiento de sus frutos, ya que durante este tiempo, no sólo se reponen las pérdidas, sino que se progresa y el músculo puede comenzar la resíntesis de proteínas con el cual se logra el desarrollo muscular.
Vuelta a la calma
Por supuesto, es fundamental que después de un ejercicio intenso no frenes de golpe, sino que progresivamente debes disminuir el ritmo de la actividad para que recuperes la frecuencia cardíaca inicial poco a poco, y puedas culminar tu entrenamiento con eficaces estiramientos.
Todos estos factores integran una buena recuperación que, si bien depende del individuo, de los objetivos y de la actividad que realizas, siempre debe contar con estos componentes.
Así, nutrición, descanso, hidratación y entrenamiento, posibilitarán una buena recuperación tras el esfuerzo que permitirá mayores y mejores resultados.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar