Otro método relativamente exacto es usar una báscula con bioimpedancia. Estas básculas hacen que una pequeña corriente eléctrica recorra nuestro cuerpo y dependiendo de la resistencia que oponga este se calcula el porcentaje graso y magro. El problema aqui es que hay cierto margen de error en las básculas e incluso midiendo dos veces seguidas dan resultados distintos.
Y para mi el método más exacto para saber si nuestro músculo está creciendo es la antropometría, es decir, la medición de perímetros o amplitudes corporales. Es tan simple como coger una cinta métrica y comenzar a medir los perímetros de nuestro cuerpo: pierna, gemelo, brazo, antebrazo, cintura, pecho. Se recomienda hacer las mediciones cada 15 días o una vez al mes.
Eso sí, la antropometría es todo un arte y hay que saber dominar la cinta métrica, colocarla en las posiciones adecuadas, medir siempre en el mismo lugar o no apretar la cinta para cometer error. Normalmente se suele hacer una gráfica con estas medidas, asi con el tiempo vemos si nuestros perímetros corporales van aumentando, lo que querrá decir que el músculo está creciendo.
Cuanta más grasa tengamos más inexacto será el método, ya que junto con el músculo estaremos introduciendo los pliegues de grasa. En cambio en el caso de deportistas con poca grasa los resultados son muy visibles.
Y la última opción que nos queda es mirarse al espejo, que a simple vista puede hacernos ver muy de tarde en tarde si las tardes de gimnasio van dando su fruto, pero evidentemente este método es poco objetivo y se corre el riesgo de obsesionarse con mirarse al espejo.
Via: vitonica