Podemos hacer una rutina de tres días por semana, dejando uno entre medias para el descanso e ir alternando en los diferentes días o en la propia sesión entre varios de los estilos. Si sólo sabemos nadar aceptablemente a crol también servirá, ya que con este estilo los pectorales, triceps, dorsales y músculos de la espalda recibirán una buena dosis diaria de trabajo.
Lo importante es ser constantes porque a la larga los resultados son notables, más si complementamos la natación con otro ejercicio como la carrera o la bici. El tiempo por sesión para nadar depende del nivel que tengamos, puede oscilar de 15 a 45 minutos diarios dependiendo si acabamos de empezar de cero o ya contamos con una buena base natatoria.
Tampoco podemos olvidar el componente aeróbico de este deporte, al trabajarse muchos músculos y poder estar un buen rato nadando estamos quemando bastantes calorías, sobre todo a base de grasa, algo que acabará por agradecer nuestra barriga y resto de michelines.
Sin duda la natación es uno de los deportes más completos y reporta enormes beneficios si somos constantes en su práctica. En pocos días notarás tus músculos más tonificacos y verás como las zonas de grasa se van reduciendo. Si lo que te interesa es más la parte de musculación puedes dividir la rutina en series y nadar a más intensidad y si lo que quieres es reducir michelines entonces lo contrario, menos intensidad y menos pausas.