Todos, alguna vez, durante una dieta prolongada, hemos visto que existe un momento en el que la aguja de la balanza deja de moverse. Al menos, esto es lo que nos ocurre a los que no solemos practicar una actividad física regular.
El ejercicio físico quema calorías y favorece el mantenimiento de una musculatura firme y tonificada. Cuanto más se entrenan los músculos, más fácil es perder peso.
Cuando se empieza a practicar algún tipo de deporte, ponemos más cuidado en lo que comemos, puesto que la actividad física permite regular mejor el apetito.
Para acelerar los resultados, la actividad física debe formar parte integrante de un programa completo de adelgazamiento. Una vez que se consigue llegar al peso deseado, el ejercicio nos ayuda a mantenerlo, a estabilizarlo y conservarlo durante mucho más tiempo.
Un duro programa
Si tenéis problemas de salud, concretamente a nivel de las articulaciones, los músculos, o cardiovasculares; si sois sedentarios o sufrís una sobrecarga ponderal severa, no se deben tomar riesgos inútiles. Lo mejor es pedir la opinión de un médico antes de comenzar a realizar cualquier tipo de ejercicio.
Que tengáis 5, 10, ó 20 kilos que perder, todos deben consagrar 30 minutos al día a alguna actividad física. Aprovechad cada situación para ser activos: la caminata, subir las escaleras, pasear al perro, salir a jugar con los niños, la jardinería…
Si estáis motivados, elegid una actividad física que os guste. Podéis practicarla solos, o con amigos, incluso con algún familiar. Existe un amplio abanico de actividades deportivas que se pueden realizar. Algunas son muy sencillas, y otras requieren mayor práctica y entrenamiento. Lo importante es disfrutar con aquella que nos ayude a mantener la regularidad.
Si queréis acelerar los resultados, practicad una actividad física que aumente vuestro ritmo cardíaco, y os haga trabajar los grandes grupos musculares (correr, natación, fitness, aeróbic…).
Alargad las sesiones de entrenamiento de manera progresiva, hasta conseguir que las sesiones duren, al menos, 30 minutos, y se repitan 2 ó 3 veces a la semana. Si sois sedentarios, dad prioridad al ciclismo, la natación, o el caminar a buen ritmo.
Más adelante podréis comenzar con otro tipo de ejercicio, cuando sintáis que el esfuerzo físico se hace demasiado cómodo. Para preparar vuestro cuerpo para el esfuerzo, realizad una serie de calentamiento y bebed mucha agua, antes, durante y después de la actividad física.
-
1010101010101