El ejercicio de estiramiento de cuádriceps no tiene mucha historia, se flexiona la rodilla agarrándonos el pie con la mano y con el tronco recto traccionamos hacia atrás para buscar el grado óptimo de estiramiento. Un error frecuente en este ejercicio es el echar el tronco hacia adelante, lo que hace que la cadera bascule y no se estire el músculo correctamente.
El cuádriceps es un músculo compuesto de varios vientres musculares: vastos laterales, intermedio y recto anterior. Con este ejercicio se estira sobre todo el recto anterior, aunque de manera global influye en el estiramiento del resto de porciones. Y decimos que es tan importante estirar este músculo porque es el principal extensor de la rodilla, y otra cosa no, pero corriendo, la articulación de la rodilla la vamos a extender unas cuantas veces, por eso conviene tener los músculos preparados.
Cuando corremos, el cuádriceps también trabaja en excéntrico, sobre todo si vamos cuesta abajo, y este tipo de contracción genera mucha destrucción muscular (las tan temidas agujetas a posteriori). Con un correcto estiramiento previo el músculo no va a sufrir tanto y la vamos a dar ese plus de elasticidad que luego va a necesitar, además de aumentar el flujo sanguíneo a la zona.
Podemos hacer este ejercicio un par de veces con cada pierna aguantando la posición 10-15 segundos, así nos aseguramos de estirar bien los cúadriceps. También es correcto estirarlos después de la carrera, aunque de manera suave y progresiva, que después del esfuerzo los músculos no están para muchos trotes.
Lo bueno de este ejercicio es que uno mismo puede regular el grado de flexión de rodilla para el estiramiento, algo muy importante porque en otros ejercicios el grado de flexión es casi máxima y puede acabar en lesión en aquellos que no gocen de mucha elasticidad a nivel de ligamentos en la rodilla.