Un nuevo estudio vuelve a dar la vuelta a la forma de correr para evitar lesiones. Los investigadores analizaron 45 corredores populares sanos a los que pusieron a correr en una cinta rodante a una velocidad constante, cambiando el ritmo de zancada a tres niveles: la pisada preferida de cada una, una más rápida y otra más lenta. Grabaron con una cámara tridimensional la cinemática y cinética de la cadera, rodilla y tobillo.
Al aumentar de 5% a 10% más pasos por carrera, se observó que se reducía la energía mecánica absorbida por la rodilla.
Y al incrementar en un 10% más los pasos en la carrera, se redujo la energía absorbida por la cadera.
Todas las articulaciones absorbieron significativamente más energía cuando se redujo a un 10% menos los pasos por carrera.
Los investigadores sugieren que hacer zancadas ligeramente más cortas podría reducir tanto el riesgo de lesiones de articulaciones de la rodilla como de la cadera y ayudar a acelerar la recuperación de las ya existentes.
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