Habitualmente solemos rehusar la alimentación basada en dietas restrictivas, ya que los efectos de las mismas nunca son los que andamos buscando, sino todo lo contrario, pues los inconvenientes que nos causan son mayores. En esta ocasión nos vamos a detener en una dieta un tanto especial, y es que últimamente entre las celebrities se está poniendo de moda la dieta rica en proteínas para perder peso. En esta ocasión nosotros queremos someterla a examen y ver si son ciertas las cualidades que se le atribuyen.
Este tipo de dieta no es propia de los tiempos que corren aunque se esté volviendo a poner de moda y mucha gente piense que es lo más en cuanto a pérdida de peso se refiere, y una revolución que será nuestra salvación. Esto es totalmente falso, ya que la dieta de proteínas existe desde los años sesenta, aunque es cierto que en nuestros días es cuando se ha hecho más popular. Lo que persigue este tipo de dieta es basar nuestra alimentación en la ingesta de proteínas dejando de lado los hidratos de carbono.
Dietas basadas en este principio existen muchas y todas se nos presentan con un cierto rigor científico, cuando realmente no están abaladas por ningún estudio ni nada que se le parezca, sino que simplemente utilizan la lógica, pero una lógica que a muchos se nos escapa a la hora de comprenderlo, pues una alimentación sana no puede estar basada solo en un tipo de nutrientes, sino que es necesario que al organismo le dotemos de toda clase de nutrientes para funcionar correctamente.
Recomendaciones generales
En este tipo de dietas solamente se va a recomendar la ingesta de alimentos que contienen altos valores proteicos como la carne, el pescado, los huevos… para eliminar otros alimentos como los cereales de ningún tipo, las frutas, las verduras (aunque no en todas las dietas ricas en proteínas se eliminan), los lácteos, el arroz, el maíz… Estas prohibiciones y el hecho de basar la dieta en solo las proteínas tendrá una serie de inconvenientes para el organismo.
Efectos en el organismo
En primer lugar debemos saber que nuestro cuerpo no está diseñado para recibir un solo tipo de nutrientes, y mucho menos prescindir de los hidratos de carbono, ya que es una de las principales fuentes de energía. Sí es cierto que también se obtiene energía de las reservas de grasa, pero aún así el proceso es más corto y no tendremos una respuesta rápida ni energía inmediata si no consumimos hidratos, por lo que la sensación de cansancio será habitual a lo largo de toda la jornada.
Pero la cosa no queda solo ahí, sino que los problemas que se pueden derivar de este tipo de dieta son varios como cuadros serios de estreñimiento y lo que ello conlleva para el organismo a la hora de eliminar los residuos que nos sobran, hasta casos de halitosis que pondrán en peligro nuestra vida social. Además de estos efectos podemos destacar otros más graves como sobrecarga renal y hepática, aumento de los riesgos de padecer cáncer, osteoporosis, envejecimiento prematuro…
Por este motivo es aconsejable huir de este tipo de dietas y consumir todo tipo de alimentos con moderación y de manera saludable, ya que el organismo necesita de todo y no podemos alimentarnos de una sola manera, pues los efectos pueden ser pésimos para la salud.
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