Los termogénicos (también llamados quemadores de grasas o quemagrasas) son un tipo de suplementos que aumentan el metabolismo haciendo que la grasa corporal se queme con mayor facilidad, incluso sin realizar ejercicio físico.
¿Cómo funcionan?
Estos productos provocan un efecto conocido como termogénesis que consiste en que el organismo produzca calor debido al aumento del metabolismo (el conjunto de transformaciones que las sustancias químicas sufren en el interior de los seres vivos). Todo proceso metabólico necesita energía, que se obtiene a partir de los alimentos bajo la forma de calorías (las unidades de medida del calor).
Los suplementos termogénicos favorecen el aumento de la temperatura corporal y del consumo de energía por parte de las células. ¿Cómo? Estimulando los receptores beta adrenérgicos celulares, lo que permite un incremento de la excitabilidad de las células. Es este proceso el que hace que las células eleven su consumo de energía.
En cuanto a los adipocitos, la estimulación de estos receptores mejora el aumento de la lipólisis, incrementando así la liberación de los ácidos grasos en la corriente sanguínea que otras células utilizarán más tarde como fuente de energía. En las células musculares, la estimulación beta adrenérgica eleva la oxidación de las grasas en la mitocondria.
¿Cuáles son los beneficios de los termogénicos?
Tal y como hemos comentado, los termogénicos actúan incluso cuando no se practica ningún tipo de actividad física. Sin embargo, si combina su consumo con el ejercicio habitual, obtendrá grandes resultados. Su organismo empleará las grasas como combustible para estas actividades quemando, por lo tanto, más energía.
Consideraciones finales
Al estimular el metabolismo y aumentar la temperatura corporal, los termogénicos no están deben ser consumidos por personas con problemas cardiacos o hipertensión arterial. Este tipo de productos no se deben tomar por la noche, ya que pueden provocar dificultades en el sueño.
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