La respiración mientras practicas deporte es imprescindible para que tus músculos rindan más.
Tu rendimiento también depende de la forma en que seas capaz de tomar el aire y expulsarlo. ¿Te fijas en tu respiración cuando entrenas?
Lo habitual es dar por sentado que se hace bien, pero puede que no sea así.
Corriendo
El diafragma se lleva gran parte del esfuerzo respiratorio ya que además está sometido a tensiones extra por el balanceo del peso con cada zancada. La respiración debe estar en sintonía con la intensidad de tu carrera, yendo suave puedes probar a hacer una inspiración en tres tiempos, uno con cada zancada y soltar el aire también en tres tiempos. Al acelerar hazlo en dos tiempos, dos inspiraciones coincidiendo cada una con el apoyo y dos espiraciones con el mismo ritmo.
Nadando
La respiración influye en la estabilidad de tu avance. Lo normal es tomar el aire en crol siempre por el mismo lado, cada dos brazadas, pero es mejor aprender a hacerlo cada
tres, de forma que una vez tomas el aire por la derecha y a la siguiente por la izquierda. Tu estilo es así más simétrico y equilibrado.
Montando en bicicleta
En bicicleta se practica la respiración profunda abdominal. ¿No has visto en alguna foto algún ciclista con el vientre prominente? Suele ser por esa causa. Cuando ruedes
prueba a tomar el aire expandiendo lo menos posible la caja torácica, desplazando el diafragma hacia abajo.
Haciendo musculación
Con el trabajo en gimnasio es importante hacer coincidir la inspiración con la fase del ejercicio en la que el músculo se está relajando y la espiración con la contracción.
Por ejemplo, al hacer encogimientos abdominales tienes que expulsar el aire cuando estás elevando el torso y tomarlo al bajar.
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