Las lesiones son algo que está a la orden del día entre los que entrenamos en el gimnasio y practicamos cualquier tipo de deporte, ya que el sometimiento de las diferentes partes del cuerpo al ejercicio y a la tensión que implica, pueden ser el detonante de una serie de molestias que acabe en una lesión. Por ello muchas son las personas que utilizan vendajes y demás métodos de compresión para mantener los músculos sujetos y evitar así posibles lesiones, pero esto no siempre es lo más adecuado.
En anteriores ocasiones hemos visto diferentes maneras de realizar un vendaje para proteger las articulaciones. Muchas son las personas que recurren a esta medida a la hora de entrenar de manera habitual. Como si de una costumbre se tratara, muchos son los que utilizan las diferentes equipaciones que tenemos a nuestro alcance para proteger las articulaciones, ya que bien pueden ser vendas convencionales dispuestas de una determinada manera, o vendas de comprensión elaboradas para este efecto.
Rodilleras
Para comenzar vamos a ver los diferentes tipos de vendaje que tenemos a nuestro alcance y que son los más utilizados. Uno de los que más usamos son las rodilleras que la gran mayoría suele utilizar a la hora de ejecutar ejercicios en los que la pierna, y sobre todo la rodilla, sufren gran parte de la tensión. Este vendaje se recomienda cuando existen molestias en la zona, pero muchas personas lo toman por costumbre y siempre lo utilizan a la hora de trabajar las piernas.
Vendaje de muñeca
El vendaje en la muñeca también es otro clásico, ya que esta parte del cuerpo interviene en casi todos los ejercicios del tren superior, y suele por ello acumular gran parte de la tensión que se desarrolla a la hora de ejecutar estos ejercicios. Es cierto que la muñeca es una articulación delicada en la que solemos descargar mucha tensión innecesariamente. Por ello antes de recurrir a los vendajes es recomendable aprender a ejecutar cada ejercicio evitando que la tensión acumulada pueda hacernos daño.
Cinturón lumbar
El cinturón lumbar es otro clásico a la hora de preservar alguna parte de nuestro cuerpo de la tensión acumulada en una determinada zona. No se trata de un vendaje al uso, sino que simplemente se trata de un cinturón ajustado en la parte lumbar y central del tronco, donde evitaremos posibles lesiones en esta zona. Muchas personas lo suelen utilizar de manera habitual, algo que no es nada recomendable por varios motivos.
Posibles inconvenientes
Todos estos vendajes son recomendables cuando tenemos molestias en la zona afectada o notamos dolor al realizar ese trabajo. También se recomienda su uso cuando la tensión y el tipo de ejercicio son elevados. Para un trabajo muscular convencional no es recomendable que utilicemos este tipo de vendajes, ya que los efectos pueden ser contrarios a los deseados, ya que limitan la movilidad de las articulaciones y dificultan el correcto trabajo de todas las partes implicadas.
Acostumbrar al cuerpo a este tipo de vendajes no es nada recomendable, ya que nunca conseguiremos desarrollar de manera adecuada los diferentes grupos musculares que al fin y al cabo son los encargados de proteger a las articulaciones de las lesiones que las acechan. Por este motivo lo ideal y recomendable es trabajar todas las partes del cuerpo de manera completa, evitando carencias y con ello debilidades que a la larga acaban desencadenando una lesión. Dejar de lado los vendajes para protegernos y fortalecer como alternativa es la solución más inteligente.
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