Uno de los mejores libros sobre entrenamiento
de fuerza que existen es “La Ciencia y Práctica del Entrenamiento de
Fuerza” (Science and Practice of Strength Training) por Vladimir
Zatsiorsky.
Este revela de forma simple el secreto de la fuerza. Es tan simple que muchos de nosotros, aún habiéndolo conocido con anterioridad, lo olvidamos rápidamente.
Se podría resumir en lo siguiente:
“Haz tanto trabajo como sea posible, tan frecuentemente como sea posible, estando tan fresco como sea posible.”
La última parte de esta frase es el verdadero secreto “tan fresco como sea posible”.
Administra tu Fatiga
En muchos sistemas de entrenamiento se siguen una o varias de estas premisas:
- Lleva todo hasta el fallo muscular
- Siente la quemazón en los músculos.
- Tu mejor tiempo en cierto entrenamiento es X.
Tenemos lavado el cerebro en el sentido de creer que cuanto más cansados acabemos los entrenamientos, mejores serán los resultados. Desafortunadamente, más bien se cumple lo contrario.
Si quieres ver algún tipo de resultado importante, tienes que buscar una
forma de manejar los niveles de fatiga. Si te castigas a ti mismo con
entrenamientos brutales, más vale que estés teniendo una gran cantidad
de sueño de calidad. Y eso sin importar cual sea tu objetivo, ya sea
fuerza, perder grasa o acondicionamiento.
Si no puedes conseguir esa cantidad de sueño (el trabajo, el estudio y
la vida en general se interponen) es mejor que pises un poco el freno,
porque puedes estar dirigiéndote al muro del estancamiento.
Si tu vida tiene altos niveles de estrés o no puedes permitirte el lujo
de dormir mucho (menos de 7 horas diarias), es mejor que si quieres
tener resultados:
- Entrenes con menos frecuencia
- Descanses más entre series
- Hagas tus entrenamientos menos “intensos”
- Hagas tus entrenamientos más cortos
Hay bastante posibilidad de que si te encuentras estancado no estés viendo los resultados
que quieres porque simplemente no te estás recuperando entre un
entrenamiento y otro. Y eso puede ser porque esos entrenamientos son:
- Demasiado largos
- Demasiado duros
- Demasiado frecuentes
- Demasiado a secas
El manejar mejor la fatiga para algunos puede ser tan simple como apagar
la televisión del dormitorio y grabar los programas en lugar de
trasnocharse viéndolos. Para otros puede suponer dejar de entrenar 5
veces a la semana y comenzar a entrenar 3, o quizás pasar de 3 a 2
entrenos por semana.
O quizás, se trata de aprender como dejar de machacarse y empezar a entrenar. Más sobre esto próximamente.
Pero recuerda “tan fresco como sea posible”
Esa es la clave, ese es el “Secreto”
Por: Maokoto
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