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11 de marzo de 2013

Los entrenamientos a la noche no perjudican el sueño

Un grupo de científicos deportivos de la Universidad de Jyvaskyla realizaron un estudio interesante sobre el impacto del entreno sobre el sueño; muchas personas solo tienen el tiempo o gustan entrenar de noche y según esta investigación se podrá tener una buena noche de sueño siendo un paradigma que ahora si que es controversial y necesita nuevas revisiones sobre las recomendaciones tradicionales sobre el entreno nocturno.

Una buena noche de sueño es de gran importancia para los atletas; cuánto mejor se duerme, mejor será la absorción de oxígeno, y más fácil será aumentar la masa muscular, los niveles de testosterona también estarán más elevados, también se podrá perder peso con más facilidad. Y, cuanto mejor se duerme, más atractiva la persona es.

Los atletas están bien conscientes de la importancia del sueño, peero una búsqueda por maneras de mejorar la calidad del sueño revela un problema; casi todos los artículos no científicos dedicados al sueño enfatizan que la práctica de ejercicio antes de ir para la cama reduce la calidad del sueño y por ello se maneja la recomendación de no entrenar de noche; esto parece simple, pero no siempre es posible porque mucha gente solo tiene tiempo desde las 21 hs.

Los investigadores estuvieron conscientes de este dilema y decidieron realizar una experiencia para descubrir si los entrenamientos a la noche son realmente destructores para el sueño; entonces pusieron a 11 personas de 20 años a dormir durante 2 noches en un laboratorio donde midieron la cantidad y calidad del sueño de los voluntarios.

En una de esas dos noches, los voluntarios no practicaron entrenaron y en la otra ellos pedalearon hasta al punto de fatiga entre las 21 hs y 22 hs; luego los investigadores aumentaron la resistencia cada 3 minutos, de forma a que los voluntarios tuvieran que pedalar con cada vez más intensidad demostrándose que el entreno no tuvo ningún efecto en el sueño de los voluntarios, e inclusive fueron a dormir más temprano el día que se ejercitaron.

Sin embargo, la diferencia no fue significativa; el día de entreno, los voluntarios durmieron durante un poco más de tiempo que el día de control, pero tampoco la diferencia fue significativa, concluyéndose que el ejercicio no condujo a un aumento del sueño, y por último los investigadores descubrieron que en las primeras tres horas de sueño el día de entreno, el ritmo cardíaco en reposo estuvo significativamente más elevado.

Los investigadores no tienen la certeza si esto significa que el cuerpo se recupera en menor escala durante el sueño, pero en definitiva la sensación de los voluntarios después de unas semanas de ensayos fue interesante, despertando el interés de muchos científicos que recomendaron entrenar antes de las 21 hs para dormir apaciblemente.