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14 de mayo de 2013

Cómo tienes que comer los días de entrenamiento y los días de descanso

¿Comes igual los días que entrenar que los días que descansas? Pues tus necesidades no son las mismas... Te enseñamos a ajustar tus comidas.

Días de entrenamiento: necesitas carbohidratos para rendir

Desayuno: Si entrenas antes de desayunar, no olvides llevarte una barrita o un plátano que te ayuden a cargar tus reservas de glucógeno (especialmente si el entrenamiento dura más de una hora o si vas a entrenar con intensidad). Cuando hayas terminado de entrenar, no olvides incluir proteínas en tu desayuno (un huevo, un yogur…), son más importantes que en ningún otro momento del día.

Comida: Si entrenaste por la mañana, tu comida debe ser rica en hidratos. Pero no sólo de pasta vive el deportista. Es buena idea que incluyas patatas, arroz o legumbres (que también contienen parte de las proteínas que necesitas). Y si el entrenamiento ha sido intenso, no está de más que tomes un batido de recuperación que combine hidratos y proteínas. Si vas a entrenar por la tarde, dale prioridad a las proteínas a mediodía y lleva contigo una barrita, un gel o un plátano para tomar durante el ejercicio.

Cena: Tu cena debe ser equilibrada para que te permita recuperarte de los entrenamientos del día pero sin pasarte con las calorías (ya no vas a gastar más por hoy). Es buen momento para comer pescado con verduras o patatas. Si has entrenado fuerte, es un error hacer una cena sin hidratos de carbono con la idea de perder peso, puesto que los necesitas para recuperarte del esfuerzo.

Días de descanso: más proteínas y grasas

Desayuno: No necesitas recargar tus reservas de azúcares porque hoy no vas a entrenar. Prueba un desayuno alto en proteínas, como huevos revueltos, fruta y un té o café. Si no tienes problemas de peso, puedes acompañarlo con una tostada y queso fresco.

Comida: Come ensalada cocida con carne, pollo o pescado a la plancha. Todo, con aceite de oliva. Y olvídate del pan, ¡hoy no vas a quemarlo! Para beber, lo mejor es agua, que no aporta calorías vacías.

Cena: La ensalada no es fácil de digerir por las noches, mejor un puré de verduras o legumbres (si no te caen demasiado pesadas a esta hora) y un filete de pollo o pescado.