26 de marzo de 2010
Ejercicios: Las claves del entrenamiento de 10 km
Al igual que sucedería con cualquier otra prueba que nos planteemos afrontar, lo primero es establecer las bases de nuestro objetivo de forma realista, atendiendo a nuestras características y nivel como corredores. Será la fórmula ideal para evitar desánimos, frustraciones y, en el peor de los casos, lesiones. Nos ayudará mucho revisar escrupulosamente nuestro método de entrenamiento para analizar posibles errores, y barajar conceptos fundamentales (antiguos y novedosos) de la mano de algunos de los mejores entrenadores y corredores.
Aunque, como señala Fernando Marquina, atleta acreditado con 31:30 y preparador de algunos de los más destacados corredores veteranos del país, “no existen las recetas generalistas. Lo que para un tipo de corredor sirve, para otro no. Por eso la importancia de personalizar en la mayor medida de lo posible el entrenamiento”. Hecha esta interesante consideración, pongámonos piernas a la obra.
KILÓMETROS NECESARIOS
Acabar una prueba de 10 km está al alcance de un amplio espectro de personas, ya que su entrenamiento no demanda un esfuerzo descomunal. Guillermo Ferrero, entrenador del récordman nacional de 10.000 m, Fabián Roncero, opina que para ese objetivo “bastaría con 30 km a la semana -si es posible un poco más, pero nunca más de 40- repartidos en tres sesiones”.
Eso sí, los que pretendan hollar cotas más altas, por ejemplo bajar de los 40 minutos, tendrán que correr “entre 50 y 60 km semanales, divididos en 4 ó 5 sesiones. Las cifras son referencias, pero en ningún caso aconsejo hacer más de 80 km”. Entre estos dos ejemplos hay una infinidad de casos particulares que deben ajustar su volumen kilométrico atendiendo a la lógica que dicte su nivel. Para hacernos una idea del abismo que separa a los populares “medios” de los profesionales, Ferrero apunta que “un corredor de élite no debe bajar de 110 km en plena temporada, ni de 130-140 en pretemporada. Alguien que pueda asimilar 80-90 km debe ser considerado como un buen corredor popular”. Llegados a este punto aprovechamos para volver a recordar (una vez más) que todas las referencias a los métodos de entrenamiento de los “pros” publicados en la revista deben servir como meros instrumentos de orientación y conocimiento, nunca de ejemplos a seguir.
DÍAS DE SERIES O CAMBIOS
Franc Beneyto es entrenador de más de 50 atletas (mediofondistas y fondistas) y desde su experiencia aconseja que “si alguien entrena 4 días semanales uno debe dedicarlo a las series o cambios de ritmo; una semana cortas y la siguiente largas. Si se entrena 5 días lo suyo es reservar dos a este tipo de trabajo (uno de largas y otro de cortas). Las distancias variarán de 200 a 600 m (cortas) y de 800 a 2.000 (largas). El número oscilará dependiendo de tipo de serie -por ejemplo, 2 x (5 x 1.000 m), 5 x 2.000 m, 3 x (5 x 500 m) o 3 x (8 x 200 m)- pero no del nivel del atleta, es decir, creo que debe hacer las mismas repeticiones alguien que quiera bajar de la hora que de los treinta minutos. Lo único que se modificará será el ritmo. Otro factor importante es la recuperación; como norma general considero que debe durar el tiempo necesario para que el atleta pueda hacer la siguiente al mismo ritmo. Me gusta hacer las series a un ritmo homogéneo, menos la última, que debe ser la más rápida, simulando el final de una competición. El calentamiento adecuado será 15-20 minutos de trote suave. Y después de realizarlas, fundamental soltar otros 10 minutos muy suaves para eliminar el ácido láctico y oxigenar la musculatura.
RODAJES
Son la base de la preparación, la herramienta indispensable para adquirir resistencia, y por lo tanto les tendremos que dedicar el mayor número de sesiones. Según Marquina: “Hay que hacerlos 3 o 4 días a la semana. Los normales deben ser de una hora de duración, y la tirada larga (1 día a la semana) como mucho el doble de nuestra mejor marca en la distancia, es decir, alguien que tenga una mejor marca de 40 minutos, deberá rodar 1:20. Tratemos de realizarlos de manera progresiva, pero sin buscar un aumento de velocidad; que sea el cuerpo quien lo marque. No olvidemos que además de para ganar fondo también son necesarios para ayudar al cuerpo a regenerar entre sesiones específicas (series, ritmos controlados, cuestas, gimnasios, etc.), por lo que pasarnos de ritmo impedirá que cumplan con su función”.
TRABAJO DE FUERZA
A menudo el corredor se centra en las series y olvida que los beneficios obtenidos de trabajar la fuerza pueden ser casi igual de cuantiosos. Beneyto opina que “al principio de la temporada lo mejor es hacerlo con una o dos sesiones de gimnasio, ejercicios con el propio peso, gradas, escaleras, multisaltos o balón medicinal. Luego pasaremos a las cuestas y de ese modo incidiremos sobre la fuerza específica. Los que entrenen cuatro días semanales basta con que las hagan un día cada dos semanas, y los que entrenen cinco, uno día cada diez. La longitud puede variar entre 150 y 500 m”.
Via: runners
5 formas para recuperarse, de una sesión de ejercicios exigente
Tomar aceite de pescado
Se ha vinculado a la reducción de la inflamación, lo que ayuda a combatir el dolor que acompaña a un día o un período de sesiones, levantando objetos pesados.
Las formas en que se presenta el aceite de pescado son en cápsulas y en forma liquida, en la mayoría de las droguerías y supermercados.
No llegar a la extenuación física.
Si bien muchos atletas lo hacen en un par de workouts por mes, no es aconsejable hacerlo en forma sistemática ya que nos llevará a chocar con la pared, pudiendo dañar la capacidad de su cuerpo para la recuperación de sus más fuertes fibras musculares y se agotara sus proteínas, así como también las reservas de hidratos de carbono.
Una bebida después de la sesión.
Una bebida con una combinación de alta en carbohidratos y proteínas de suero, tan pronto como haya terminado el levantamiento de paradas de desgaste muscular y de inmediato comienza la reparación.
Puedes buscar un polvo que ofrece un ratio aproximado de dos gramos de carbohidratos por cada gramo de proteína.
Un buena ducha
Cuando se esté en la ducha después de una sesión de ejercicios, llevar el agua fría hasta donde se pueda soportar y dejando golpear a los músculos durante un minuto. Luego de inmediato cambiar a el agua tan caliente como se puede resistir por un minuto más.
Repita el proceso varias veces. Las temperaturas contrastantes generan un rubor de sangre en los músculos o activación de la micro-circulación, proporcionando nutrientes esenciales y acelerando la velocidad de recuperación.
Dormir
Tu cuerpo libera la hormona del crecimiento mientras duerme, por lo que quedarse hasta tarde todas las noches le priva de la capacidad de construir músculo.
Asegúrese de obtener ocho a 10 horas de sueño reparador y pasar a una siesta durante el día, siempre que sea posible.
Via: rutinasentrenamiento
Fitness: ¡Chicas! A partir de los 50, una hora al día para no ganar kilos
Pero los estudios nos dan la razón, acaba de ser publicado en el Journal of American Medical Association un trabajo que demuestra que las mujeres de mediana edad deben practicar cada día al menos una hora de ejercicio moderado, para evitar la ganancia de kilos que aparece con el envejecimiento.
Un total semanal de 420 minutos es casi el triple de los 150 minutos de ejercicio diario moderado que recomienda actualmente los expertos en salud de EE.UU., y supone todo un desafío para las mujeres que quieren mantenerse en su peso saludable y no ganar kilos.
Para acabar con los michelines, ha que realizar cambios en las rutinas de actividad diaria y aumentar el tiempo de ejercicio, hay que plantearse caminar o andar en bicicleta al trabajo. Además de cambios de horario para hacer más fácil encajar el tiempo para el deporte cada día.
Estos son los resultados del trabajo dirigido por I-Min Lee, del Brigham and Women's Hospital y Harvard Medical School en Boston.
El equipo de Lee estudió las directrices en más de 34.000 mujeres sanas de EE.UU. con una edad promedio de 54 que consumían una dieta típica estadounidense.
Las mujeres informaron sobre su peso y el tiempo de ejercicio semanal en el primer año, y luego en intervalos de 3 años 1992 a 2007.
En el transcurso del estudio, las mujeres ganaron un promedio de 2,6 kg en total.
Sólo el 13% de las mujeres en el estudio mantuvieron un peso saludable durante todo el estudio - y las que hacían una hora de ejercicio al día o más, eran las más comunes en el grupo de mantenimiento del peso.
"Sólo en el grupo de mujeres que hacían ejercicio una hora al día presentaban un menor aumento de peso," dijo Lee. En el caso de las mujeres con más peso de este grupo, además de una hora de deporte, también seguían dieta para no ganar kilos.
La conclusión del estudio es que las recomendaciones actuales de dos horas y media por semana no son suficientes para mantener el peso y evitar ganar kilos con la edad en las mujeres de mediana edad.
Desde 2008 se recomiendan 150 minutos semanales de ejercicio moderado: caminar a paso ligero, jardinería, baile de salón, etc. para mejorar la salud general. O si se hace un ejercicio más enérgico: correr, bicicleta, natación, incluso se recomienda menos tiempo a la semana.
Los autores del estudio recomiendan incluir más horas de ejercicio al día con los desplazamientos diarios al trabajo que se pueden hacer en bicicleta o andando. Y si siete horas a la semana son demasiado difíciles de encajar, también es posible reducir el tiempo semanal a la mitad, realizando un ejercicio más activo como correr, bicicleta o natación a alta intensidad.
24 de marzo de 2010
Dominadas, flexiones y abdominales
Las repeticiones pueden variar dependiendo de la rutina que se este siguiendo, pero la principal preocupación viene por parte de los deportistas principiantes que no pueden realizar muchas repeticiones de dominadas o de flexiones de brazos.
Esto en realidad no debería preocupar y de deberían hacer 3 o 4 series con las repeticiones máximas que se lleguen a realizar, ya que son muy buenos ejercicios y mueven un buen porcentaje de nuestro peso total, por lo que con unas pocas repeticiones ya comenzaríamos a ganar fuerza para mas adelante poder llevar un entrenamiento mas intenso.
En cuanto a los abdominales, son el complemento ideal para estos ejercicios y debería tratar de hacer unas series antes y unas series luego de realizar estos ejercicios.
Ejercicios: No olvides cambiar la rutina
Es decir, aunque nos parezca que no obtendremos iguales resultados, siempre es conveniente incorporar variaciones a nuestros ejercicios o actividad, pues de esta forma, los músculos no se acostumbrarán al movimiento, presentaremos un estímulo diferente que dará resultados y además, reduciremos grandemente el riesgo de sufrir lesiones.
Principales factores que determinan el desarrollo muscular
En primer lugar, y uno de los puntos más importantes es la predisposición genética. Todos nosotros tenemos un código que nos ha sido asignado al nacer. Este código determina la cantidad y calidad de las fibras que conforman cada una de sus partes. Lo mismo sucede con las proporciones, no todos somos igual de grandes ni tenemos el mismo potencial para crecer. Por este motivo debemos tener en cuenta como somos antes de marcarnos unos objetivos muscularmente hablando.
22 de marzo de 2010
Nutrición: 20 consejos para quemar grasas comiendo
Es uno de los artículos estrella los alimentos quemagrasa. Aquí te damos las claves para comer cada día alimentos de bajo IG.
1. Escoge siempre la versión integral o rica en fibra de los alimentos. Pan integral frente a pan blanco, arroz integral frente a arroz blanco, cereales integrales frente a cereales normales, etc.
2. Si necesitas picotear algo, elije alimentos de IG bajo como una manzana, albaricoques secos, cerezas, cuatro o cinco nueces recién peladas, una zanahoria, etc. y combínalos con una infusión relajante para que te calme la ansiedad y evites comer de nuevo.
3. Evita los alimentos procesados y procura hacer comida casera con ingredientes de IG bajo para controlar lo que estás comiendo.
4. Bebe agua a lo largo del día para evitar la deshidratación. Muchas veces pensamos que tenemos hambre y lo que nos ocurre en realidad es que tenemos sed o estamos deshidratados.
5. Procura beber agua con zumo de limón o de naranja natural cuando te apetezca algo dulce. Si le añades una cucharadita de miel y lo guardas en la nevera esta limonada casera te ayudará a evitar bebidas dulces que suelen desencadenar subidas de glucosa elevadas.
6. Intenta tomar todos los días un alimento rico en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos polinsaturados son los grasas buenas que te ayudan a perder peso a pesar de su alto calor calórico. Encuentras omega-3 en las nueces, semillas vegetales como la chía, el lino y en los pescados azules como la caballa, arenque, sardina, atún, etc. No dejes de tomar alguno de estos alimentos cada día.
7. Aliña y cocina con una cucharadita de aceite de oliva virgen extra. Es otra de las grasas buenas que no deben falta cada día en tu dieta, fuente de ácido oleico, no sólo te ayuda a mantener el peso si se toma con moderación, además te ayuda a conservar la salud cardiovascular y a mantenerte joven.
8. Evita combinar alimentos de IG alto con alimentos ricos en grasas. Al aumentar rápidamente la concentración de glucosa en sangre se segrega más insulina y las moléculas de grasa pasan inmediatamente a las células sin ser quemadas, directas a los michelines. Aléjate de los platos como embutidos y salchichas con patatas fritas, tartas, galletas con mantequilla, pasta con salsas grasas, bocadillos de quesos grasos o embutidos, carnes con salsas y patatas fritas, etc.
9. Si vas a comer alimentos de IG alto, combínalos con alimentos bajos en grasas como patatas al horno con queso fresco, patatas asadas con carne a la plancha o al vapor, espaguetis con verduras, arroz integral con pescado hervido.
10. Escoge alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas en cada comida. Las proteínas te ayudan a crear músculo si haces ejercicio y a aumentar tu metabolismo, además evitan los cambios de humos y depresión que aparecen en las dietas bajas en calorías porque nos mantienen alerta. Escoge alimentos ricos en proteínas no grasas como huevos cocidos, tortillas francesas, pescados a la plancha o al vapor, carnes magras y aves a la plancha, yogures naturales, quesos frescos, etc.
11. Aliña con hierbas frescas y especias. Dan sabor a las comidas y ayudan a retrasar la subida de glucosa por su alto contenido en fitonutrientes.
12. Endulza los postres con canela y un poquito de miel. La canela evita la subida brusca de glucosa que aparece después de comer alimentos dulces o con IG alto. Añade canela a los batidos de leche, a la fruta asada al horno, a los yogures o al requesón porque te ayuda a dar un toque de sabor cuando tienes ansía de dulce.
13. Toma cada día productos lácteos. Los lácteos naturales tienen un índice glucémico bajo y además aportan calcio que ayuda a adelgazar y contienen los aminoácidos arginina y lisina que son esenciales para la síntesis de hormona del crecimiento durante la noche, responsable de la formación de nuevos tejidos como el músculo cuando lo entrenas y de extraer la grasa del tejido adiposo al dormir.
14. Aumenta la ingesta de alimentos ricos en carnitina. La carnitina se ha puesto de moda para ayudar a quemar grasas durante el ejercicio. No hace falta que la compres, la carnitina se sintetiza en nuestro organismo a partir de lisina y metionina, aminoácidos que puedes encontrar en las carnes, aves, huevos y lácteos.
15. Toma frutas y verdura ricas en vitamina C. La vitamina C del kiwi, frutas del bosque, cerezas, cítricos, brécol, pimientos, coles, etc. te ayuda quemar las grasas y tiene efectos antiinflamatorios que ayudan a eliminar líquidos.
16. Quema grasas con yodo. La glándula tiroides necesita yodo para funcionar correctamente y producir hormonas "devora-grasas". El yodo se encuentra en alimentos como la sal yodada, los pescados de mar y los mariscos, los champiñones, las espinacas y las zanahorias.
17. Controla la glucemia con cromo. El cromo influye en la tasa de glucemia y disminuye la insulina en sangre para que se pueda movilizar la grasa del tejido adiposo. Encuentras cromo en las ciruelas, cereales de grano integral, nueces, brécol y quesos.
18. Si te gusta tomar postre intenta tomar siempre fruta fresca con un IG bajo como aguacate, cerezas, ciruelas, ciruelas pasas con hueso, fresas, frutas del bosque, manzana, melocotón, naranjas, orejones, peras, piña, plátano, pomelo y uvas.
19. Si sales a comer fuera, escoge siempre el menú "quema-grasas" con platos de IG bajo como ensaladas variadas con lechugas, verduras, hortalizas y sin salsa. Carpaccio de ternera, seas a la plancha, pasta con verdura o marisco y sin salsa, pescado o carne a la plancha o al horno sin salsas, mejillones al vapor, almejas con ajo y hierbas, gazpachos, sorbetes sin alcohol.
20. Los alimentos quema-grasas no funcionan solos para quemar grasa hay que moverse, por lo que es imprescindible que cada día dediques al menos 30 minutos a hacer ejercicio y varíes la actividad cada día. Intenta levantarte antes para empezar el día haciendo deporte y desayunar después de la ducha, al principio cuesta pero al cabo de unos días notarás que vas perdiendo peso con facilidad y que tu apetito está controlado a lo largo del día.