Buena salud primero. El hecho de cuidar su dieta le va a traer muchos beneficios a su salud y eso debe ser la meta más importante para usted. Trate de pensar en adquirir hábitos de alimentación y vida más saludables.
Diga no a las dietas rápidas. Con ellas nunca va a lograr perder grasa y, por ello, así como baja de peso, puede subir en un dos por tres, lo que es frustrante y muy dañino para su organismo.
Cambie de hábitos. Propóngase cambiar sus hábitos alimenticios porque esa es la única forma de que su peso se mantenga en el ideal a largo plazo y que además beneficie a su salud.
Comprométase. Cambiar sus hábitos es un proceso a largo plazo, que requiere de mucha disciplina, constancia y, sobre todo, tiempo.
Horarios regulares. Cuando falta alimento no se pierde peso, al contrario, el cuerpo interpreta que hay escasez y empieza a almacenar en forma de grasa todo cuanto le llegue.
Cinco tiempos de comida. El organismo demanda alimento cada tres horas en promedio y dárselo le permite satisfacer los requerimientos nutricionales, energéticos, así como evitar acumulación de grasa.
Controle las cantidades de comida. Si usted es muy dada a consumir muchos cereales y comidas harinosas, es hora de reducir ese consumo.
Aumente el consumo de frutas. Un buen truco es incorporar frutas a las meriendas.
Aumente el consumo de verduras. Es bueno que las consuma en ensaladas en el almuerzo y la cena.
Un plato completo. Vigile que sus platos de comida incluyan: cereales o carbohidratos, tres cuartas partes de verduras y ensalada, y vegetales como zanahoria, tomate, coliflor, brócoli, zucchini, vainicas, pepino, lechuga, chile dulce, etc.