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21 de enero de 2008

La hidratación de un atleta no consiste sólo en beber agua



Un trabajo estadounidense concluye que la falta de sodio en sangre derivada de actividades extenuantes puede provocar edemas pulmonares y cerebrales e incluso, la muerte. Aunque la terapia con cloruro sódico logra la recuperación rápida, el atleta debe cuidar su hidratación siempre.

La hidratación de un deportista no se debe limitar a beber agua. La importancia de reponer las sales minerales que se pierden a través del sudor es tal que el último número del prestigioso Annals of Internal Medicine se ocupa de forma extensa del problema de la pérdida de sodio en deportes de larga duración. En este caso lo hace a través de un trabajo que revisa diversos casos de hiponatremia (déficit de sodio en la sangre) protagonizados por corredores de maratón.

El trabajo es el fruto de una colaboración entre investigadores de la Facultad de Medicina Baylor, de Houston y la Universidad de California (ambas en EEUU) y en él se analizan siete casos de corredores de maratón que sufrieron un colapso como consecuencia de un edema de pulmón. Todos ellos carecían de antecedentes de enfermedad de importancia y curiosamente, poseían un historial importante de uso de antiinflamatorios de tipo no esteroideo.

Los corredores del estudio presentaron una sintomatología en la que predominaban las náuseas y vómitos, así como rastros de sangre en el esputo. Los niveles de sodio en sangre (natremia) que presentaron a su llegada al hospital oscilaban entre 118 y 124 milimoles por litro, es decir, por debajo de los 140 que marca el límite de la normalidad.

En todos ellos los electrocardiogramas y los ecocardiogramas eran absolutamente normales, sin embargo, las radiografías de tórax mostraban en todos ellos un edema de pulmón sin alteraciones en el corazón.



Uno de los hallazgos más importantes del estudio indica que todos ellos presentaban además edema cerebral. Los siete fueron intubados y recibieron ventilación mecánica. Se instauró tratamiento con cloruro sódico intravenoso en seis de ellos, lo cual consiguió elevar en 10 puntos las cifras de sodio en sólo 12 horas. A medida que los niveles de sodio en sangre iban elevándose, también disminuía la intensidad de los edemas, tanto a nivel cerebral como pulmonar. De los siete pacientes investigados en el estudio, seis de ellos se restablecieron totalmente y no han mostrado secuela alguna en los dos años posteriores a su ingreso en el hospital. Sin embargo, uno de ellos falleció de paro cardiorrespiratorio. El fallecimiento se debió a que nunca se llegó a sospechar el diagnóstico de encefalopatía hiponatrémica y por ello no se le instauró tratamiento intravenoso con cloruro sódico. La autopsia mostró posteriormente que este deportista había sufrido un importante edema cerebral.

La frecuencia de los problemas asociados a niveles bajos de sodio en las pruebas de larga distancia es muy elevada.

Un trabajo realizado el pasado año con practicantes de triatlón (combinación de carrera de fondo con ciclismo y natación) arrojó un índice de incidencia del 18%. El estudio mostró además que las mujeres acusan más este problema y desarrollan una sintomatología más severa que los varones.

¿Por qué descienden de golpe los niveles sanguíneos de sodio en estos corredores? Durante un ejercicio extenuante, el flujo sanguíneo se desvía desde el tracto gastrointestinal a los músculos. De esta forma, la mayor parte del agua ingerida queda secuestrada en el tubo digestivo y llega a la sangre. En el momento en que cesa el ejercicio físico (por ejemplo, al terminar una carrera ciclista) se produce un paso brusco de agua desde el aparato digestivo hasta la sangre, lo que hace disminuir la natremia. Esta situación de déficit de sodio desencadena un edema pulmonar.

El consumo de antiinflamatorios, una práctica frecuente entre deportistas, es otro de los riesgos. En los siete casos revisados de hiponatremia existía una ingestión previa de antiinflamatorios no esteroideos, lo que alteran la excreción de agua. En paralelo a la publicación de este trabajo, el doctor Sterling Huff, director del Servicio de Urgencias del Hospital St. Joseph (Texas, EEUU) ha comunicado que en la edición de este año del maratón de Houston hubo que hospitalizar a cuatro atletas, todas ellas mujeres, también por hiponatremia. En todos los casos el tratamiento con cloruro sódico intravenoso consiguió una recuperación rápida.