Desayunar por la mañana es fundamental para activar el metabolismo, ya que nuestro organismo después de pasar toda una noche sin realizar apenas actividad necesita un empujón para activarse cuanto antes. Recibir alimento es la mejor manera de hacerlo, y por ello no debemos pasar por alto el desayuno. Un metabolismo activo nos ayudará a aumentar la quema de calorías con lo que el gasto es mayor y por lo tanto la pérdida de grasa también.
Es importante que desayunemos alimentos sanos que apenas nos proporcionen un aporte graso. Lo esencial es que nos doten de nutrientes para poder hacer frente a la jornada, pero sin aportarnos grasa ni calorías. Por eso es una buena elección los cereales integrales, la fruta, pan integral con aceite de oliva y tomate… Es mejor comer la fruta entera que en zumo, al igual que la leche que debe ser desnatada.
Un buen desayuno nos ayudará a poner a punto nuestro organismo para hacer frente a la actividad del día, y no solamente activará el metabolismo, sino que nos regulará el hambre durante más tiempo, ya que al dotar al cuerpo de la energía necesaria a través de cereales integrales, estaremos con las pilas cargadas por más tiempo y evitaremos la tentación de picar alimentos ricos en calorías que a la larga nos engordan.