• Empieza a moverte: es fundamental para perder peso que provoquemos un balance calórico negativo, para ello, no sólo deberás modificar tu dieta, sino que para incrementar la quema de calorías, es esencial que te muevas más. No es necesario que te mates en el gimnasio, sino que puedes empezar por caminar 20 a 30 minutos todos los días.
• Planifica: la organización es uno de los aspectos que más colabora con el adelgazamiento, ya que permite tomar conciencia de los cambios en el estilo de vida, así como de los errores que antes cometíamos. Además, la improvisación es la causa principal de la ingesta desmedida y descuidada de alimentos.
• Calma tu apetito: la selección de alimentos que mejore la calidad de la dieta es fundamental, pero también es importante que recurras a ciertos trucos para calmar más tu apetito, para ello, puedes consumir un vaso de líquido sin azúcar antes de cada comida, consumir una ensalada como primer plato, lo cual te exigirá masticar algo previo al plato principal y saciará tu organismo. También puedes escoger alimentos más duros o, dicho de otra forma, con más fibra, que requieran un mayor esfuerzo de tu mandíbula y calmen más rápido tu apetito.
• Condimenta las comidas: hacerte amigo de los condimentos no sólo permitirá desplazar poco a poco la sal de tu dieta y mejorar la salud cardiovascular, sino que favorecerá una mayor saciedad y evitará la retención de líquidos a causa del sodio.
• No olvides las pesas: al momento de entrenarte no sólo es importante que realices actividades aeróbicas que provoquen un mayor gasto calórico, sino que el ejercicio con pesas permitirá incrementar la masa muscular del cuerpo, la cual es metabólicamente más activa y ayudará a que tu gasto calórico sea mayor aún estando en reposo. Por eso, incluye entrenamiento con pesas al menos 2 o 3 veces a la semana en tu ejercitación.
• Mastica bien los alimentos: otro de los factores que calmará mejor tu apetito es masticar bien cada bocado que entre en tu boca.
• Come sentado y sin distracciones: para que tu cuerpo tome conciencia de lo que estás comiendo y disfrute del momento de la comida, es fundamental que no picotees en la cocina ni comas parado, sino que te tomes un tiempo para comer, lo hagas sentado y sin ninguna distracción que impida que le prestes atención a lo que llevas a la boca. Apaga la tele, aléjate de la computadora y no trabajes al mismo tiempo que comes.
• Fraccionamiento: comer cada 3 horas no sólo es un recurso para calmar tu apetito, ya que además, permitirá que tu metabolismo esté activo y funcione mejor a lo largo del día. Así, no olvides desayunar como un rey, realizar colaciones a media mañana y media tarde, y no saltear las demás comidas del día.
• Adiós a los recursos mágicos: no olvides que el efecto rebote puede ser peor que si no hubieras hecho nada y recuerda que no existen alimentos ni productos milagrosos, porque éstos no cambian tus hábitos de un día para el otro y por lo tanto, no provocan una pérdida de peso que puede sostenerse en el tiempo.
• Cuidado con los productos light: si bien estos permitrán reducir las calorías de la dieta, al igual que elegir las versiones magras o descremadas de otros alimentos, no debes abusar de ellos, de lo contrario, no será notable el cambio de calorías y nunca lograremos perder peso.
• Controla las porciones: aunque se trate de cerelaes integrales o preparaciones sin grasas saturadas, debes tomar conciencia de la cantidad que comes y controlar las raciones, de esta forma, notarás un cambio no sólo en la calidad, sino en la cantidad de la dieta que llevas.
Con estos consejos lograrás un descenso de peso saludable, que se acompaña de un buen estado físico y de una mejor calidad de vida.
No hay mejor fórmula para perder peso que combinar dieta y ejercicio, ya que éste útlimo permite no realizar restricciones dietarias severas porque incrementa el gasto calórico y además, tonifica a medida que pierdes grasa y beneficia tu salud cardiovascular, junto a la mejor calidad de la alimentación.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar