Un buen enfriamiento al acabar el entrenamiento no suele estar en la lista de prioridades de los deportistas, sin embargo una vuelta a la calma progresiva y bien hecha reduce el riesgo de lesión y hace posible que al día siguiente puedas entrenar sin molestias y con más rendimiento. Así tienes que hacerlo:
· Tras correr. Acaba con 20 ó 25 segundos a ritmo alto y luego trota muy suave o camina durante un minuto. Repite esta secuencia tres veces y después estira muy bien gemelos, isquios, flexores de la cadera y cuádriceps.
· Tras montar en bici. Gira las piernas con una cadencia alta 10 ó 20 minutos. Luego si ha sido una sesión intensa date un masaje con hielo, frotando los cuádriceps por toda su superficie y los gemelos durante 5 minutos, en sentido ascendente (hacia el corazón), descansa 5, haz estiramientos y haz otros 5 minutos de masaje con hielo.
· Tras hacer musculación o trabajos con cargas. Estira los músculos que hayas trabajado 20" por cada uno. Date un masaje para soltar las posibles contracturas y a continuacíón te vendrá bien una ducha de contraste, alternando 3 minutos de agua caliente con un minuto de fría.
· Tras nadar. Haz 5 ó 6 inmersiones soltando todo el aire bajo el agua lentamente, luego hazte 1/10 de la distancia que hayas cubierto ese día, pero a un ritmo muy suave.
Via: ejerciciosyrutinas
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