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10 de enero de 2011

Volver a empezar a entrenar

¿Cambiaste de trabajo? ¿Te lesionaste? ¿Dejaste de entrenar cuando nacieron los niños?

Hay muchas historias y complicaciones que hacen que perdamos la costumbre de hacer ejercicio cada día y nos cueste volver a empezar. Motivarse es esencial:

Si te aburres, cambia la rutina. Si haces siempre lo mismo todos los días es posible que hayas dejado de entrenar por aburrimiento. Cambiar el recorrido, plantearte hacer cuestas, cambios de ritmo, cambiar el estilo de natación, etc. Hará que te salgas de la rutina y motivará tu mente para volver a entrenar. Cuando el cuerpo tiene que adaptarse a una nueva actividad o ejercicio, se quema más calorías y desarrolla los diferentes músculos.

Si has estado mucho tiempo sin moverte, vuelve a lo conocido. Aquí pasa lo contrario, cuando llevas 3 años sin moverte, es más cómodo si empiezas a entrenar algo que ya conoces. Los músculos tienen memoria, y te costará menos ponerte en forma con un ejercicio que ya has dominado antes, tendrás menos agujetas y avanzarás rápidamente hasta encontrarte en una forma óptima para plantearte nuevos retos.

Entrena en compañía. Los estudios demuestran que las personas en grupo tienen más probabilidades de funcionar. Seguro que encuentras a alguien que también quiere volver a entrenar: un compañer@ de trabajo, vecindario, pareja, o tu perro. Y si no empieza y verás como te encuentras a otras personas que entrenan a la misma hora y al cabo de unos días de saludar educadamente puedes quedar para entrenar con más confianza.

Entrena con música. Ahora puedes hasta nadar con mp3 y la música hace que vayas con más motivación y te aburras menos. Incluso puedes hacerte listas para cambios de ritmo, intensidades, niveles, por tiempo, etc. También hay tecnología específica para entrenarte con gadgets que te dan la velocidad, tiempo, pulsaciones, etc. y te entrenan de forma individual.

Prueba algo nuevo cada año. Todos tenemos un deporte favorito pero aprender nos mantiene jóvenes. Si lo tuyo es el gimnasio, es fácil apuntarte a actividades nuevas completamente diferentes. Si eres llanero solitario, bájate de la bici o de las zapatillas y apúntate a Pilates o clases de boxeo, baile, etc. Verás como no sólo aprendes algo nuevo de tu cuerpo, también tu mente se expande y conoces a otras personas activas con las que compartir nuevas experiencias deportivas.

Únete a un club. No existen sólo gimnasios, también hay grupos de entrenamientos al aire libre, senderismo, escalada, bicicleta de montaña, tai chi, etc. tener una agenda de actividades te hará más fácil moverte y ejercitarte.

Recupera la infancia con los deportes de equipo. Las liguillas de fútbol, los partidos de baloncesto, el waterpolo, etc. te motivan a ponerte en forma, nada mejor que trabajar para conseguir algo en grupo para madrugar el sábado y dedicar unas horas a ejercitarte entre semana para no quedar mal.

Date un toque free. Los deportes excitantes como skate, patinaje, escalada, parkour, trialsin, etc. no son sólo para adolescentes. Cada vez más adultos se apuntan a liberar su lado juvenil y ponerse en forma, de forma física y también mental.