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15 de febrero de 2011

El calentamiento muscular

Independientemente del deporte que se practique, la primera fase del calentamiento consiste en un estiramiento de los músculos. Esta etapa sólo es eficaz si va acompañada de una buena respiración en el momento de su realización.

Para el estiramiento muscular, se deben efectuar diversos movimientos constituidos esencialmente por flexiones, extensiones, abducciones y alargamientos. Estos deben realizarse en función del tipo de músculo que se quiere tratar. En general, el estiramiento comienza por la movilización de la cadera y la extensión de la rodilla.

Después, se encadena con un ejercicio inverso, es decir, un extensión de la cadera, y una flexión de la otra rodilla. Continuad el calentamiento trabajando las pantorrillas y el abductor. Finalmente, terminad el estiramiento con una serie de alargamientos para movilizar los músculos dorsales.

Reforzar los músculos

Después del estiramiento muscular, el refuerzo de los músculos aporta una mejor resistencia y una buena tonicidad durante el ejercicio físico. Compuesto básico de cualquier práctica deportiva, el refuerzo juega un papel estabilizador a nivel de los músculos.

Esta etapa debe ir obligatoriamente precedida por una fase de calentamiento muscular. Para ello, podéis por ejemplo, realizar una pequeña carrera de cinco minutos. El respeto de la velocidad de movimientos lentos y progresivos, al igual que la respiración, son factores muy importantes para esta etapa.

A nivel del entrenamiento, cada ejercicio debe ser repetido veinte veces como mínimo. No os olvidéis de concederos un tiempo de descanso entre cada serie de ejercicios, con el fin de optimizar vuestra fuerza.