En la lucha por conseguir un vientre plano muchas son las técnicas que se utilizan, y es que muchas veces, para muchas personas, el deporte y la dieta no resultan suficiente, ya que echan mano de otras técnicas para perder barriga, como el uso de una faja térmica que se supone tiene las cualidades de quemar grasas. En anteriores post hemos visto que la finalidad de estas fajas no es esa, sino que simplemente nos hacen sudar. Por ello en esta ocasión queremos detenernos en los inconvenientes de usar estas fajas.
En el mercado existen diferentes opciones a la hora de elegir una faja térmica, pero todas tienen algo en común, y es que se colocan en la cintura y oprimen nuestro cuerpo haciendo que se acumule el calor y evitando que salga. Esto hará que esta zona sude sobremanera. Precisamente este sudor es el que siempre se ha considerado como quema de grasa, cuando realmente lo que es, es líquido que se pierde. Aparte de no ser demasiado efectiva, la faja puede tener algún que otro problema.
Irritación de la piel
En primer lugar vamos a destacar que no todas las pieles actúan de la misma manera frente al sudor. La acumulación de este en nuestra piel puede ser un inconveniente, ya que normalmente el sudor tiene un componente ácido y más cuando pasa el tiempo y está acumulado. El sudor termina por fermentar sobre la piel, y al contacto con el tejido de la faja y el roce, la piel tiende a irritarse y en muchos casos pueden llegar a aparecer heridas que con el sudor tenderán a infectarse.
Acumulador de bacterias
Ni que decir tiene la falta de higiene que representa el uso de estas fajas térmicas, ya que el efecto que tienen en nuestro cuerpo es el de un invernadero que almacena el calor y la humedad que desprende el sudor. El tejido de la faja lo absorbe y acaba por convertirse en un cultivo de bacterias, ya que por norma general estas fajas no se pueden lavar. Es cierto que el tejido está preparado, pero con el paso del tiempo no deja de ser un tanto anti higiénico su uso.
Exceso de presión
Estas fajas tienen varias funciones, la primera es la de retener y producir calor, pero tienen otra muy importante que es la de oprimir la cintura para mantenerla sujeta. Esta presión que ejerce la faja en la pared abdominal no es nada aconsejable, ya que en primer lugar obstruirá la correcta circulación sanguínea en la zona. El efecto que puede tener esto es una lenta respuesta por parte de los músculos de esta parte del cuerpo, ya que no están bien regados ni oxigenados por la sangre.
Otro efecto que puede tener este exceso de presión en esta zona es el atrofiamiento de los músculos abdominales, ya que si utilizamos día a día este tipo de fajas , la sujeción en la zona será elevada, evitando que los músculos intervengan en los diferentes ejercicios, ya que al estar sujetos no es necesario que la pared abdominal intervenga. Por ello no es demasiado bueno el uso de este tipo de fajas silo que queremos es un desarrollo muscular adecuado.
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