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21 de febrero de 2009

¿Desayunar un par de huevos para adelgazar?

Contra lo que pudiera dictar la intuición, un desayuno a base de huevos produce saciedad durante la mañana y hace que se coma menos. La consecuencia final es que puede ser una estrategia adecuada para bajar de peso. Además, los huevos han recuperado su fama de alimento saludable que estuvo en entredicho hace años.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Louisiana (Estados Unidos) ha realizado un trabajo cuya principal conclusión es que desayunar un par de huevos facilita adelgazar. Este trabajo, además, confirma los hallazgos de otro anterior del mismo equipo.

La investigación se basó en más de cien personas con sobrepeso a las que se dividió en grupos y se sometió a cada uno a diversas dietas de adelgazamiento. Dos meses después pudieron comprobar que el grupo con mejores resultados era el que había desayunado dos huevos todos los días.

Según los investigadores, el motivo de este resultado, que a muchos parecerá a buen seguro sorprendente, podría estar en la sensación de saciedad que proporciona un desayuno tan fuerte. Esto evitaría, por una parte, el picoteo a lo largo de la mañana y, por otra, una ingesta excesiva a la hora de comer, como consecuencia de estar tantas horas con el estómago vacío.

Además, la ingesta a primera hora de proteínas de calidad permite sobrellevar mejor ciertos efectos secundarios indeseables de algunos regímenes, como mareos, dolores de cabeza o sensación de vacío en el estómago.

Este estudio no hace más que abundar en la idea, a la que han llegado muchos otros, de lo beneficioso que es desayunar fuerte (en general) para bajar de peso. Otra investigación, publicada en el International Journal of Obesity, concluía, además, que desayunar con huevos era mejor que hacerlo a base de pan o harinas.

La duda que puede surgir ahora a muchos es la referente a la fama de alimento poco saludable que adquirieron los huevos hace años, sobre todo por su contenido en colesterol. Pero, tras muchos estudios realizados estos últimos años, el huevo ha pasado la prueba, y lo ha hecho con nota.

La conclusión de multitud de investigaciones es que el huevo no sólo no es malo, sino que resulta necesario para una dieta correcta y equilibrada. Contiene colina en gran cantidad, y esta sustancia es imprescindible para las células en general y las del cerebro en particular. Además, está muy indicada durante el embarazo (la necesita el feto) y la lactancia, y para niños y ancianos.

Por otra parte, se ha demostrado que la ingesta de huevos no produce, en adultos sanos, aumento del colesterol "malo" ni triglicéridos, ni supone un mayor riesgo cardiaco. Por el contrario, las proteínas que aporta son de la mayor calidad, hasta el punto de que se utilizan como referencia para valorar la calidad proteica de otros alimentos.

Lo que sí se ha demostrado, en cambio, es que tomar pocas proteínas o de mala calidad favorece la obesidad, la pérdida de masa muscular y aumenta las probabilidades de sufrir diversos tipos de enfermedades. Como, además, el huevo es barato, natural y apetecible, no parece haber razón alguna para que no desayunemos a diario con un par de ellos.