- Comprometerse con el entrenamiento, pero anteponer la conciencia ante todo, por ejemplo, si estamos atravesando por una época de muchas actividades con obligaciones y disponemos de muy poco tiempo para entrenar, no sería conveniente en ese momento planear una maraton, como objetivo.
- Si bien no disponemos de tiempo para realizar el entrenamiento como desearíamos, lo que nunca debemos dejar de lado es la motivación, que debe mantenerse intacta en todo momento, a pesar de no entrenar, ya que el aspecto psicológico nunca debe dejarse de entrenar y la motivación también es un entrenamiento, individual y original.
- Incluir la actividad física en todo momento posible, si vamos a trabajar y podemos hacerlo caminando o en bicicleta, es un simple ejemplo de buscar actividad, a parte de un entrenamiento especifico.
- Buscar flexibilidad de horarios, ya que mantenernos rígidos en asignar un solo horario para entrenar, motiva a no hacerlo si este se pasa, lo cual se transforma en algo negativo para cualquier entrenamiento, por lo tanto debemos ser flexibles y adaptarnos a los momentos que podamos generar, como se dice en las artes marciales “lo rígido se quiebra, solo lo flexible permanece”, ¿eres flexible?.
- Dividir para triunfar, si no podemos cumplir con nuestra rutina completa por tener un horario reducido ese día o habernos levantado tarde, dividirla en dos sesiones, para así poder completarla.
Vía: S.M