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23 de abril de 2010

Ejercicios aeróbicos: Cómo se clasifican según las intensidades

Cuando hablamos de ejercicio o trabajo aeróbico hacemos referencia a la actividad física que por su intensidad requiere principalmente de oxígeno para su mantenimiento.

Si la actividad física es demasiado intensa entonces el organismo no necesita de oxígeno para su realización, en este caso estamos hablando del trabajo anaeróbico, que por ese motivo es de baja duración. En cambio el ejercicio aeróbico es de una duración ilimitada, la vida misma es un trabajo aeróbico.

El espectro del trabajo aeróbico es muy extenso pues abarca desde altas intensidades- cuando el trabajo aeróbico se superpone al trabajo anaeróbico- hasta las muy bajas. Como norma general se utiliza una media de 150/160 pulsaciones por minuto como trabajo anaeróbico.

Por encima de este aspecto se puede considerar el trabajo como anaeróbico. Por supuesto que estas consideraciones dependen del estado físico del sujeto, su edad, su experiencia deportiva y muchos otros factores.

Basándonos en el límite máximo, podemos clasificar la intensidad de los ejercicios aeróbicos de la siguiente manera:

• Ejercicios aeróbicos de leve intensidad: cuando aumenten la frecuencia cardiaca entre un 55 a 60% de la frecuencia cardíaca máxima. Estos ejercicios están indicados en personas que inician un programa de ejercicios aeróbicos o como parte de la rutina permanente en personas mayores de 60 años.

• Ejercicios aeróbicos de moderada intensidad: cuando aumenten la frecuencia cardiaca entre un 61 a 75% de la frecuencia cardíaca máxima. Una rutina con aeróbicos de moderada intensidad, deberá ser la meta a la que todos debemos aspirar, para obtener los mayores beneficios.

• Ejercicios aeróbicos de alta intensidad: cuando incrementen la frecuencia cardíaca entre un 76 a 85% de la frecuencia cardíaca máxima.

Una rutina que incluya éstos ejercicios, deberá reservarse para aquellos casos de competencias o un programa intensivo para adelgazar, siempre y cuando hayan realizado los programas de leve y moderada intensidad previamente.

Via: entrenateya.blogspot.com

Así se hace una dominada

Son un ejercicio exigente que tiene su técnica. Pero resulta muy efectivo para trabajar toda la espalda en poco tiempo y sin apenas material.

Para hacer dominadas perfectas y sacarle todo el partido a este ejercicio, estos son los detalles a los que debes estar atento:

* La barra debe estar a una altura lo suficientemente alta para que no toques el suelo con los pies flexionando ligeramente las rodillas. Y no tan alta que no puedas alcanzarla con comodidad con un pequeño salto.

* La dominada básica se comienza con las manos agarradas a una anchura algo mayor que la de tus hombros.

* Los codos están extendidos pero no hasta el punto de tenerlos estirados del todo.

* Las piernas deben estar estiradas a lo largo del cuerpo. Si te das con los pies en el suelo, puedes flexionar las rodillas, pero no la articulación de la cadera.

* Las piernas deben permanecer relajadas durante todo el movimiento. Si las tensas tratando de ayudarte, provocarás oscilaciones del cuerpo, que resultan contraproducentes.

* Tira lentamente del cuerpo hacia la barra, flexionando los codos hasta que tu barbilla sobrepase la altura de la barra. Expulsa el aire una vez superado el punto más difícil del movimiento.

* Toma aire mientras regresas al punto de partida.

* No te dejes caer, ni rebotes al llegar abajo. El movimiento debe ser suave y controlado

¿Ejercicio en la madurez? ¡Nunca es tarde para ponerse en forma!

Tal vez nunca te has animado a hacer ejercicio pero, con el paso de los años, te has dado cuenta de que es la forma más segura y eficaz de sentirte más vital y en forma. No pienses que eres demasiado mayor para ponerte en forma, pues si hay una cosa clara, es que nunca es demasiado tarde para animarse a coger la ropa deportiva y comenzar a mover nuestro cuerpo. Son muchos los mayores que no dudan en ocupar su tiempo libre apuntándose a clases de gimnasia o a natación y pronto comienzan a notar los múltiples beneficios en su salud. Pero, eso sí, hay que tener cuidado y, si los años ya no perdonan, ¡no te excedas nada más comenzar!

Comenzar sin prisas. Si no te has entrenado hasta ese momento, debes iniciarte con un plan suave, para ponerte en forma. Una alternativa sencilla y muy beneficiosa es pasear todos los días a buen ritmo, un ejercicio muy saludable y, además, entretenido. Luego, si te gusta, puedes probar con tandas de 20 minutos de bicicleta a intensidad 1 y a unas 70 revoluciones por minuto. Por supuesto, deja que tu cuerpo sea quien te dé la pauta de entrenamiento: si te resulta excesivo, disminuye la intensidad, pero no reduzcas el tiempo.

Combinar ejercicios. A la vez, debes combinar el ejercicio cardiovascular con tonificación y estiramentos, imprescindibles para mantener el cuerpo a pleno rendimiento y para prevenir posibles lesiones. Esta combinación es la idónea para atacar esos kilitos de más e intentar reducir el abdomen. Programa al menos tres sesiones de ejercicios de abdominales a la semana para fortalecer esa musculatura.

Ten en cuenta que... No todas las disciplinas son beneficiosas para todos. Un ejemplo es el aeróbic, una práctica exigente para los principiantes y que no sienta bien a todo el mundo. Por ejemplo, no es la opción más recomendable para personas con problemas de corazón o molestias en las rodillas, ya que al ser un ejercicio de impacto, puede dañar estas articulaciones. Antes de lanzarte a una clase, asegúrate de tener cierto nivel de entrenamiento y consulta con tu monitor. Si finalmente te animas, en las primeras clases sigue los movimientos sólo mientras te sientas cómodo. En caso de sentirte cansado, no dudes en hacer una pausa y descansar.

Y un último consejo... Es importante que hagas ejercicio con el asesoramiento de un profesional, que será quien mejor te indique cuál debe ser tu ritmo para conseguir que el ejercicio se convierta en una buena fuente de salud para llevar lo mejor posible esos años de madurez.

21 de abril de 2010

El entrenamiento perfecto

¿Qué pasaría si pudieses mejorar la efectividad de un ejercicio 10 veces? Porque sí puedes hacerlo. La mayor parte de los hombres (incluso los veteranos del gimnasio), cometen pequeños pero importantes errores de técnica. Y lo hacen en los movimientos más básicos. Resulta que estos pequeños errores están saboteando tus esfuerzos para conseguir el cuerpo que quieres.

Entiéndelo: trabajar en un press de banca, por ejemplo, no se limita a llevar el peso de un punto A a un punto B. Para aprovechar al máximo tu tiempo en el gimnasio necesitas ser un maestro de los pequeños detalles. Por eso nos hemos asesorado con los más importantes entrenadores del negocio y confeccionado esta lista de consejos. Gracias a ellos podrás perefeccionar tu técnica, trabajar los músculos correctos, quemar más calorías y reducir el riesgo de lesión. Y tómatelo en serio: te lleva el mismo tiempo hacer un ejercicio mal que hacerlo bien.

Flexiones

¿Qué haces mal?
Aflojas las caderas mientras subes y bajas el cuerpo

Consejos

Cuando adoptes la posición de flexiones de suelo, debes mantener el cuerpo tan estirado como si estuvieras de pie, así que las caderas no deberían moverse adelante ni atrás, y la zona dorsal no debe arquearse.

Antes de empezar, contrae el vientre y mantenlo rígido, como si tuvieras que abrocharte la cremallera de una chaqueta muy ceñida. De esta forma te será más fácil mantener el cuerpo rígido, con una postura perfecta, mientras dure el ejercicio.

No te limites a subir el cuerpo; empuja con las manos hacia el suelo.

Press de banca

¿Qué haces mal?
Sólo piensas en separar la barra del pecho

Consejos

Cada vez que bajes el peso, encoge las escápulas. Eso te ayudará a acumular energía en el tren superior, de modo que puedas levantar la barra con más fuerza.

A medida que acerques el peso al cuero, levanta el pecho en dirección a la barra. Eso contribuirá a crear un efecto de muelle cuando toque volver a levantar la barra?.

Cuando levantes la barra, haz como si intentaras doblarla con las manos. Activarás más fibras musculares de los dorsales y moverás la barra siguiendo una trayectoria más sólida y segura para los hombros.

Sentadilla

¿Qué haces mal?
Inicias el movimiento flexionando las rodillas

Consejos

Apoya el peso en los muslos, no sobre las rodillas. La mayoría de hombres tienden a doblar primero las rodillas, con lo que ejercen una mayor tensión en las articulaciones.

Cuando ejecutes la sentadilla, imagínate que estás de pie sobre una toallita de papel. Luego intenta rasgar la toallita en dos presionando fuerte con los pies en el suelo y hacia los lados. Así harás trabajar a los glúteos, algo que te resultará muy útil con cargas más grandes.

En vez de levantar el cuerpo, piensa que empujas hacia abajo, para separar el suelo del cuerpo. Así los músculos de las piernas trabajarán mejor.

Peso muerto

¿Qué haces mal?
Arqueas la zona lumbar al agacharte

Consejos

Para bajar el peso, hazte a la idea de que estás sosteniendo una bandeja de bebidas y que tienes que cerrar la puerta que tienes detrás con el trasero. Así tendrás que echar el cuerpo adelante y la cadera atrás, en vez de arquear la zona lumbar, error postural con el que aumenta el riesgo de sufrir problemas de espalda.

Intenta 'afeitarte las piernas' con la barra. El motivo es que con cada grado que separes la barra del cuerpo aumenta la tensión sobre la espalda, con lo que aumenta la posibilidad de sufrir lesiones y se reduce el efecto sobre isquiotibiales y glúteos.

Mientras levantas la barra, aprieta los glúteos como dos puños. Así los músculos de las nalgas participan en el ejercicio, con lo que generarás más potencia, levantarás más peso y obtendrás mejores resultados.

Remo y dominadas

¿Qué haces mal?
No piensas en los músculos que retraen las escápulas

Consejos

Cuando practiques el remo inclinado y sentado, o cualquier variación de las dominadas, deja el máximo espacio posible entre las orejas y los hombros . Echa los hombros abajo y hacia atrás y mantenlos en esa posición mientras dure el ejercicio. Así te asegurarás de que trabajas los músculos de la parte media y alta de la espalda.

Mientras remas, saca pecho. Eso te permitirá retraer mejor las escápulas, con lo que obtendrás mejores resultados.

Imagínate que sostienes una naranja entre las escápulas. Luego intenta exprimirla con las escápulas, al tiempo que tiras del peso de tu cuerpo hacia arriba.

Zancada

¿Qué haces mal?
Te echas adelante, con lo que levantas el talón adelantado

Consejos

Cuando ejecutes los lanzamientos de pierna, mantén el torso erguido y concéntrate en subirlo y bajarlo, no en echarlo adelante y atrás. Así mantendrás el equilibrio del peso sobre el pie adelantado, lo que te permitirá pisar con más fuerza con el talón.

Baja la rodilla retrasada hasta el suelo. Plantéatelo como una segunda estrategia para acordarte de que se trata de bajar el cuerpo, no de echarlo hacia delante, como sueles hacer.

Para trabajar más la musculatura troncal, reduce el espacio entre los pies. A menor espacio entre los pies, más trabajo para la musculatura del tronco a la hora de estabilizar el cuerpo. Adelanta la pierna como si estuvieras caminando sobre una cuerda floja durante toda la duración del ejercicio.

La importancia de una buena respiración

Hay muchos aspectos a tener en cuenta a la hora del entrenamiento, no solo del ejercicio y de la nutrición, ya que aspectos como una buena hidratación o respirar correctamente durante los ejercicios pueden definir el rendimiento del entrenamiento, e incluso influir en los objetivos.

La respiración cumple la importante función de llevar oxigeno al cuerpo, oxigeno que viaja por la sangre a los músculos, y les sirve para poder obtener energía, por lo que si respiramos correctamente nuestro desempeño se puede ver incrementado.

Por lo general lo que hay que hacer es inhalar cuando estamos en la fase de la fuerza negativa del musculo, que es la parte mas "relajada" en el ejercicio, y exhalar cuando realizamos el esfuerzo y contraemos los músculos, ya que de esta forma también estaríamos trabajando los abdominales para liberar el aire, lo que ayuda a ganar mas fuerza al estar el cuerpo mas compactado y mas firme la base de los músculos.

Es muy importante inhalar por la nariz y exhalar el aire por la boca, para no llevar aire muy frio a la garganta, lo que puede causar congestiones y dolores.

Dieta para deportistas de resistencia

El propósito de las dietas para deportistas es proporcionar una nutrición adecuada para el entrenamiento, la recuperación y las competencias de los deportes de resistencia, como la carrera y la natación de grandes distancias, las competiciones de tenis y los triatlones, donde se mantiene una actividad continua durante más de 80 minutos.

Los rangos que se dan a continuación son de un plan de alimentos para atletas entre 55 y 75 kilogramos de peso. La ingesta diaria de proteínas se basa en 1.5 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal. Las raciones de cereales, tubérculos, frutas y verduras pueden variar dependiendo de la intensidad y duración de las sesiones de entrenamiento. Es recomendable ingerir las raciones de energía que se sugieren y variar las raciones de carbohidratos de acuerdo al apetito de cada personas. Se aconseja llevar un registro semanal del peso para controlar las necesidades energéticas.

La dieta debe ser alta en:

  • Carbohidratos complejos: ael 55-60 % de las necesidades de energía deben provenir de alimentos ricos en carbohidratos, ya que se transforman posteriormente en glucosa, que es la fuente de energía preferida para que trabajen los músculos. Estos alimentos son el pan, arroz, pasta, cereales, frutas y tubérculos. se pueden ingerir raciones adicionales de carbohidratos unos días antes de las competiciones, para saturar el hígado y los músculos de glucóceno (la forma en que se almacena la glucosa).
  • Liquidos: debe mantenerse el cuerpo bien hidratado durante y después de los entrenamientos y de las competiciones.

La dieta debe ser baja en:

  • Grasas: deben evitarse alimentos con alto contenido en grasa. El consumo de una pequeña cantidad de grasa es necesaria para una buena salud, especialmente para la absorción de las vitaminas liposolubles. La grasa no es una buena fuente de energía para el trabajo muscular, por lo que conviene consumir alimentos con bajo contenido en grasas y evitar el uso de grasa adicional como la mantequilla, margarina, crema y mayonesa.

La dieta debe ser moderada en:

  • Proteínas: los atletas de resistencia necesitan incrementar sus raciones de proteínas para asegurar una adecuada recuperación de los músculos después del ejercicios. Para esto no es necesario incrementar el consumo de proteínas con suplementos proteínicos, simplemente consumir mayor cantidad de alimentos con proteínas. Se recomienda la ingesta diaria de una ración de proteína por cada 5-8 kilogramos de peso coporal, donde una ración equivale a 30 gramos de carne roja, pollo sin piel o pescado, un huevo entero ó 250 mililitros de leche descremada.
  • Fibra: los atletas de resistencia generalmente necesitan ingerir mayor cantidad de alimentos, por lo que no es conveniente el consumo de alimentos con alto contenido de fibra porque llenan mucho.

Ejemplo de un menú para atletas de deportes de resistencia.

Desayuno

  • 2 vasos de agua al levantarse
  • 2 tazas de cereales (conrflakes) con una taza (250 ml) de leche descremada, ó 2 rebanadas de pan tostado con un huevo, o con 30 gramos de queso, o atún.
  • 1 tomate rebanado o vegetales verdes al gusto.
  • 1 pieza de fruta fresca ó media taza de zumo.
  • Té o café descafeinado, con un poco de leche descremada.

A media mañana:

  • 2 rebanadas de pan con mermelada o miel, o una rebanada de pan con un plátano grande
  • 2 vasos de agua.

Comida:

  • 90-120 gramos de carne roja magra o pollo, o 180-240 gramos de pescado asado o al vapor
  • 2 patatas medianas o 2-3 tazas de arroz o pasta o 2-3 rebanadas de pan.
  • zanahorias o vegetales verdes al gusto.
  • 1 pieza de fruta fresca o una taza de ensalada de frugas con media taza de leche descremada o yogurt.
  • 2 vasos de agua.

Merienda:

  • 1 pan integral con miel o mermelada
  • 30 gramos de queso, o 200 gramos de yogurt descremado, o 1 taza de leche descremada.

Cena:

  • Un sandwich con 60 gramos de pollo, o jamón bajo en grasa, o atún, o queso , o 2 huevos.
  • Ensalada de vegetales al gusto.
  • Una pieza de fruta fresca
  • Café o té descafeinado con un poco de leche descremada si se desea.
  • 2 vasos de agua.

Recomendaciones generales:

El consumo de leche debe estar aproximadamente en 500 mililitros diarios de leche descremada.

Los alimentos se deben consumir 2 o 2 y media horas antes del entrenamiento.

Conviene repartir el consumo de alimentos a lo largo del día y dar tiempo para la digestión antes del entrenamiento.

Incrementar el consumo de raciones de pan o tubérculos si es necesario, para mantener el peso corporal o para el almacenamiento de glucógeno dos o tres dias antes de la c ompetición.

Beber agua durante todo el día

Evitar las grasas y los aceites y los alimentos fritos.

Si es necesario comer mayores cantidades de alimento, reducir el consumo de alimentos altos en fibras.

18 de abril de 2010

Levantamiento rumano, una forma diferente de trabajar las piernas



En anteriores ocasiones ya hemos hablado de diferentes ejercicios con peso muerto para la realización de distintas rutinas de entrenamiento. Seguro que muchos de nosotros entrenamos de esta manera, y por ello queremos presentaros un nuevo ejercicio que seguro casi nadie conoce, se trata del levantamiento rumano, una forma diferente de trabajar piernas con el uso de un simple peso muerto y nuestro cuerpo en movimiento.

Este ejercicio nos servirá para mejorar nuestro equilibrio y control sobre el cuerpo, y para fortalecer la parte de los cuádriceps y los isquiotibiales de la pierna. Está muy recomendado para todas aquellas personas que tienen problemas de rodilla y quieren mantener una forma física adecuada en sus piernas, ya que nos ayuda a tonificar los músculos que las componen de manera sencilla y sin sufrimiento en las articulaciones de la pierna, aunque es importante que sepamos muy bien como se realiza este ejercicio, pues si lo hacemos mal nos podemos lastimar.

El levantamiento rumano simplemente necesita para su ejecución dos mancuernas con un peso adecuado a nuestra forma física, en principio os recomendamos utilizar cargas pequeñas hasta ir ganando familiaridad con su realización. Junto a las mancuernas es necesario nuestro cuerpo que colocaremos de frente, asiendo una mancuerna con cada mano, pegadas ambas al cuerpo. El pecho debe permanecer elevado y la espalda recta para evitar sobrecargar esta parte y hacernos daño.

Partiendo de esta postura y manteniendo siempre la espalda recta, y los brazos muertos, ya que son simples sujeciones del peso, de modo que se desplacen hacia adelante; nos inclinaremos hacia adelante manteniendo una pierna posada en el suelo y la otra la elevaremos hacia atrás, de modo que dibujemos un a línea recta con la espalda. Descenderemos hasta que notemos que los cuádriceps nos tiran, y volveremos lentamente a la postura inicial. Es importante que este ejercicio lo realicemos con ambas piernas. Podremos hacer cuatro series de diez repeticiones cada una e ir aumentando el peso poco a poco, a medida que adquiramos soltura al ejecutarlo.

Via: vitonica