21 de octubre de 2010
Un carbohidrato para cada ocasión
No todos los carbohidratos son iguales
Aunque la pasta sea el alimento preferido de las personas deportistas, no se puede sobrevivir a base de pasta cada día. En una dieta para deportistas, se suele recomendar que los carbohidratos ocupen entre el 65 y el 70% de la dieta, pero no se especifica que alimentos ricos en carbohidratos son los más adecuados. El índice glucémico (IG) es la herramienta más útil para distinguir carbohidratos y utilizarlos adecuadamente.
El concepto de índice glucémico (IG) apareció cuando se observó que los alimentos que se absorbían más despacio durante la digestión, tenían más beneficios metabólicos a la hora de disminuir el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiovasculares.
En realidad, el índice glucémico (IG) tan sólo indica la rapidez con la que un alimento se digiere y eleva el nivel de glucosa en la sangre después de la comida. Se basa en que cuando la glucosa de los alimentos se absorbe inmediatamente, se eleva el nivel de azúcar en sangre rápidamente, provocando la liberación postprandial (después de comer) de las hormonas de la digestión y de la insulina, por lo que se dice que tienen un IG alto (mayor de 70) Los alimentos de IG medio (56 a 69) liberan el azúcar más despacio. Mientras que los alimentos que provocan una liberación muy lenta del azúcar en la sangre tienen un IG bajo (menor de 55) y se consideran los más saludables.
La carga glucémica (CG) es un concepto más novedoso que valora no sólo la rapidez de un alimento en convertirse en azúcar en la sangre, también tiene en cuenta la cantidad de carbohidratos que tiene una ración de un alimento particular. Un alimento con CG de 20 o más es alta, si la CG va de 11 a 19 es media y los valores de CG por debajo de 10 son bajos.
El índice glucémico (IG) de los alimentos se calcula tradicionalmente en relación con la glucosa, a la que se le atribuye un valor IG = 100. Aunque las últimas revisiones lo comparan con el pan blanco.
La carga glucémica (CG) se obtiene al dividir el IG por 100, y el resultado se multiplica por el contenido de carbohidratos disponibles de una ración en gramos.
Por ejemplo, la sandía tiene un IG alto (72), pero su CG es baja (4), porque sólo hay 6 gramos de carbohidratos disponibles en una ración (120 g) de sandía.
Los alimentos que tienen una CG baja, suelen tener un IG bajo. Los alimentos con valores intermedios o altos de CG, tienen un IG que varía de muy bajo a muy alto.
18 de octubre de 2010
Nutrición: 7 formas de cocinar los alimentos para adelgazar
¿Por qué aun siguiendo estrictas dietas no consigues adelgazar?, ¿Por qué tu amiga sin sucumbir a un régimen no engorda?... La respuesta es muy sencilla. El secreto para no recuperar los kilos perdidos y mantener el peso está en la forma de cocinar lo que comes. Puleva Salud, no desvela 7 formas de cocinar los alimentos, para adelgazar sin sufrimientos, sin pasar hambre, sin darse cuenta... ¡Atenta y cambia el chip en la cocina!
Cocinar al Horno: Acostúmbrate a usar el horno, ya que te permite cocinar los alimentos sin añadir grasas para darle sabor.
Olla de vapor: Recupera la olla exprés, que a día de hoy ha evolucionado mucho, aligerando el tiempo de cocción de los alimentos como verdura, carnes, pescados... Además de reducir el tiempo de cocción, con la olla a vapor se pierden pocas vitaminas y minerales y no necesita añadir grasas para dar sabor.
Wok: Es una forma de cocinar oriental, que se ha puesto de moda entre los 'new age'. La ventaja es que no es necesario añadir aceite, y lo mejor, no se pegan los alimentos.
Ollas de bambú: Se trata de unas cestas especiales para cocinar al vapor, las verduras y las hortalizas, eliminando las grasas. También es una forma de cocinar oriental.
Ollas de barro: Son las clásicas cazuelas típicas de la cocina española pra cocinar a fuego lento los alimentos en si propio jugo, evitando así, el uso de grasas adicionales.
Plancha: Son un gran invento, sobretodo para cocinar la carne y el pescado. De forma rápida, se consigue cocinar también verduras y hortalizas como las cebollas, calabacines, tomates...
A la piedra: Se ha puesto de moda como método para cocinar la carne o el pescado en las reuniones con los amigos. Eso sí, es recomendable, escoger una carte con poca grasa.
El entrenamiento más importante...
En muchos casos se debe a falta de sueño. Queremos hacer muchas cosas a lo largo del día (una de ellas, por supuesto, nuestra sesión de ejercicio) y eso hace que nos robemos horas de sueño para ajustar los horarios. Si este es tu caso trata de echarte una siesta de entre 20 y 40 minutos.
• Insomnio. A veces tienes por delante las horas suficientes como para descansar (de 7 a 9) pero no hay manera de conciliar el sueño. Los cambios en la vida suelen dar lugar a estas situaciones pero otras veces no hay una explicación clara. Para evitarlo vete a la cama siempre a la misma hora, para crear un hábito en tu cuerpo, evita las siestas y haz al menos media hora de ejercicio, a media tarde. Tu habitación ha de estar a oscuras para dormir y sin ruidos. No tomes café ni similares a partir de las 5 de la tarde.
• Sobreentrenamiento. Una de las clásicas causas de la fatiga es "pasarse de vueltas". El ejercicio es bueno, pero demasiado ejercicio puede llegar a ser malo.
• Descanso y recuperación. El descanso no sólo es dormir y estar parado, también se puede aplicar en algunos casos al llamado "descanso activo", una actividad aeróbica muy ligera que ayuda a la recuperación en vez de cansarte más. Esto se debe a que activa la circulación y facilita la eliminación de toxinas.
• Equilíbrate. Si entrenas ha de haber un equilibrio entre carga y descanso. Ten en cuenta que tu actividad laboral también puede suponer carga y eso se nota en tu rendimiento, siempre has de tenerlo en cuenta. Una buena costumbre es tomarte las pulsaciones por la mañana, antes de levantarte de la cama. Cualquier incremento de más de un 10% puede significar que la balanza se inclina del lado de la carga y que tu cuerpo necesita descanso.7 mitos que te impiden perder peso
Si eres una mujer con curvas sabrás por experiencia que las cuentas no le salen a la hora de adelgazar. Las fórmulas del gasto calórico no bastan para explicar por qué, si comemos 1.200 calorías y entrenamos una hora al día, 6 veces por semana, engordamos un kilo si salimos una noche a cenar. Y mejor no compararnos con los hombres. ¿Por qué ellos adelgazan sólo con deporte y nosotras hasta engordamos unos kilos al apuntarnos al gimnasio? Los programas de dieta y entrenamiento para perder peso no funcionan igual en hombres y mujeres, el mundo del ejercicio y la alimentación están llenos de mitos y falsas verdades, especialmente en el ámbito femenino, conoce los más comunes y así podrás adelgazar con más conocimiento:
Mito 1. Si haces ejercicio, quemas grasa.
Si esto fuera absolutamente cierto, los atletas varones que tienen un 6-7% de grasa corporal y corren un maratón en menos de dos horas y media deberían fundirse con el sudor al llegar a meta. Para perder grasa corporal hace falta crear un déficit calórico. Cuanto más ejercicio haces, más energía necesitas y más calorías consumen al día, pero si sigues comiendo más de la cuenta, no sólo no perderás un gramo sino que ganarás peso. Piensa que la mayoría de los atletas pierden peso cuando no entrenan por descanso o por lesión. La explicación está en que por un lado pierden masa muscular y por otro comen menos porque tienen menos apetito al no entrenar tanto.
Solución femenina: Haz ejercicio específico para adelgazar, introduce circuitos de pesas de mínimo 30 minutos en tus entrenamientos, dos veces por semana, y un entrenamiento de resistencia de 90 minutos una vez a la semana. Y por supuesto, controla la alimentación y come sano y lo justo.
Mito 2. Cuanto más ejercicio haces, más grasa pierdes.
Si eres de las que te atracas a helado de chocolate con la excusa de que luego vas a ir a correr una hora y después al gimnasio, has de saber que dos bolas de tu helado preferido pueden tener 700 calorías, y si además llegas a casa con 'hambre de loba' después de tanto ejercicio y cenas sin control, puede que al final el ejercicio extra te haga ganar peso. Hacer mucho ejercicio aumenta tu apetito y no dejar de comer no es la solución, no debes pasar hambre si quieres adelgazar.
Solución femenina: Aprende a ser más equilibrada, tanto entrenando como comiendo. Tu entrenamiento no es una excusa para comer sin control. Hay que saber comer 'caprichos' de vez en cuando, pero utilizando la cabeza, si te gusta el helado come un poco los fines de semana, pero no te acabes la tarrina cada vez que la empiezas.
Mito 3. Las personas deportistas son personas activas.
La mayoría de las deportistas nos definimos a nosotras mismas como muy activas, al fin y al cabo hacemos ejercicio entre 4 y 6 veces por semana y sudamos la camiseta. Sin embargo muchas no nos movemos más en todo el día, trabajamos sentadas delante del ordenador durante 8 horas o estamos tan cansadas que vegetan en el sofá al llegar a casa. En un estudio realizado entre personas de 56 a 78 años a las que se les puso un programa de ejercicio intenso durante unas semanas sólo habían aumentado sus necesidades calóricas en 80 al día, la explicación estaba en que al estar más cansados dormían siestas y eran un 62% menos activos durante el resto del día.
Solución femenina: Muévete a lo largo del día, sube escaleras, anda en vez de utilizar el coche en trayectos cortos, muévete en el trabajo cada hora, no te tumbes en el sofá a ver la tele más de una hora, etc.
Mito 4. Si entrenas para maratón, la grasa se fundirá.
Ser maratoniano no es garantía de ser delgado, la mayoría de los maratonianos de más de 4 horas tienen entre 5 y 10 kilos de peso extra a pesar de correr habitualmente, especialmente las mujeres de más de 35 años. La explicación está en que centran todo su entrenamiento en la resistencia, por lo que olvidan cuidar la masa muscular. Lo mismo pasa en muchos deportes de resistencia. Cuanto mayor es la masa muscular, más calorías quemas al día.
Solución femenina: Las mujeres tenemos menos porcentaje de masa muscular y debemos hacer un trabajo específico de musculación entre 2 y 3 veces a la semana para ganar músculo y perder grasa, con correr no basta. Si te aburre el gimnasio, hazte con una tabla de ejercicios que puedas hacer en casa, oblígate a hacer series una vez por semana o haz circuitos cerrados que son más entretenidos y efectivos para ganar músculo.
Mito 5. La pareja que corre junta, adelgaza junta
La realidad es que un hombre normal sólo necesita empezar a hacer deporte para adelgazar hasta 7 kilos en un mes, comiendo de una forma sana y sin seguir una dieta para perder peso. En cambio, la mayoría de las mujeres no perdemos kilos sólo con empezar a hacer deporte, incluso podemos llegar a ganar peso, aunque sí que perdemos volumen y empezamos a notar que la ropa nos queda grande. Hay dos explicaciones, por un lado la mayoría de las mujeres pesamos menos que los hombres, por lo que gastamos menos calorías para el mismo nivel de actividad por el simple hecho de que tenemos que desplazar menos peso al correr. La otra explicación está en que las mujeres tienen mayor porcentaje de grasa que los hombres para tener reservas extra como 'madres en potencia', un hombre normal tiene un porcentaje de grasa entre 10 y 15%, mientras una mujer normal tiene entre un 20 y 30% de grasa, una gran parte de la cual es imposible de eliminar y está localizada en nuestras 'curvas de mujer'. La realidad es que las mujeres somos el auténtico 'sexo eficiente' y tenemos un metabolismo muy ahorrador que guarda grasa para sobrevivir en las épocas de escasez.
Solución femenina: Hay que engañar al metabolismo, por un lado has de hacer del ejercicio un hábito para toda la vida, pero no hacer siempre lo mismo, así te mantendrás en tu peso y tonificada. Por otro, nunca debes pasar hambre para que no se ponga en marcha el mecanismo de ahorro. Para conseguirlo has de comer al menos 5 veces al día, evita pasar más de 3 horas sin comer, toma alimentos ricos en fibra que se digieren más lentamente y con un índice glucémico bajo para no provocar desequilibrios de glucosa en la sangre. Las pequeñas comidas con fruta, ensaladas, verduras y carnes y pescados a la plancha.
Mito 6. Adelgazar es sólo cuestión de matemáticas.
Según los expertos para perder medio kilo de grasa tienes que quemar 4.500 kcal (1 g de grasa = 9 kcal, 500 gramos x 9 = 4.500 kcal), por lo que si comes menos calorías y entrenas más, adelgazas. Sin embargo un estudio realizado en la Universidad de Colombia ha encontrado que las mujeres somos más eficientes desde el punto de vista energético, lo que nos perjudica a la hora de adelgazar, pues para perder medio kilo de grasa necesitamos quemar más calorías, unas 5.500 aproximadamente.
Solución femenina: Ser tan eficientes también nos hace ser más voluntariosas por lo que tenemos que asumir que debemos comer menos calorías y entrenar más que un hombre para adelgazar un kilo de peso. La solución está en escoger alimentos bajos en calorías y ricos en fibra para no pasar hambre y planificar el entrenamiento variando la intensidad y la resistencia para despistar a la 'eficiencia femenina'.
Mito 7. Si te sobra peso es porque comes mucho.
Olvídate de juzgar a primera vista, muchas mujeres comen poco y entrenan mucho y aunque no están gordas, no consiguen perder los michelines. Todos somos un producto de nuestros genes, e igual que no puedes crecer por mucho que te estires, tampoco puedes tener una figura de modelo a base de pasar hambre y entrenar sin descanso.
Solución femenina: Aprende a aceptarte, olvídate de los kilos y la dieta y procura llevar una alimentación sana y hacer ejercicio para estar mejor, tener salud, eliminar estrés y lo más importante: divertirte. Si tienes curvas, disfrútalas y aprende a vivir con ellas, tenemos que aprender de los hombres que no viven tan pendientes de su imagen.
15 de octubre de 2010
10 consejos para acabar tu mejor maratón
para mantener el tono muscular. Entrenar fuerte en estos últimos días lo único que puede hacer es mermar el rendimiento final.
2. Es fundamental tomar una cucharada de miel inmediatamente después de cada entrenamiento. En su defecto se puede tomar melaza o glucosa. Os ayudará a recuperaros antes.
3. Intenta hacer los rodajes por lugares con cuestas o "toboganes" (subidas y bajadas continuas) y de este modo fortalecerás más las piernas.
4. Para evitar rozaduras en la zonas de fricción, untarlas con vaselina. Mi experiencia me dice que es necesaria en todo el pie (entre los dedos, sobre las uñas, en la planta, en el talón, etc.), en las ingles, en las axilas y en los pezones.
5. Poner en remojo los pies durante 20' con agua muy caliente, sal marina y vinagre, todos los días en la semana previa; os endurecerá la piel de los mismos, y junto con la vaselina reducirá vuestro riesgo a sufrir rozaduras y ampollas.
6. No hablar del maratón con otros corredores durante la última semana, evitaréis cansancio psicológico y "autopresión", en fin, os beneficiará. Tenéis el resto del mes para hablar todo lo que queráis sobre el mismo.
7. Si sois muy nerviosos y conciliáis mal el sueño antes de las grandes citas os aconsejo un remedio que a mí me ha venido muy bien: beber dos cervezas frías el sábado, después de cenar y antes de acostarse. No falla.
8. No estrenar ropa ni zapatillas en el maratón. Las zapatillas las debéis tener "domadas" con un mínimo de 15 días de uso y entrenamiento. Si vuestro peso supera los 65 kgs. son mejores las zapatillas de vuestro entrenamiento diario. Las que se consideran normalmente de competición son tan extremadamente ligeras que no sólo no os ayudará, sino que os provocará molestias en los tibiales, rodillas y caderas. Las zapatillas de competición son para corredores ligeros y que corren el maratón a menos de 3' 30" por km. Si se espera un día caluroso, la ropa debe ser de colores muy claros.
9. Calienta muy suave y ligeramente abrigado, luego ponte un plástico de basura o una camiseta vieja para no quedarte frío en la salida y una vez en marcha, cuando lleves uno o dos kms., lo tiras.
10. En competición, beber en cada avituallamiento, a pequeños sorbos, ser fríos y calculadores, recordar que el maratón no es como empieza, sino como acaba. Lo más adecuado es llegar con muy buenas sensaciones al km. 25 y a partir de ahí se inicia una progresión continua y suave hasta la meta.
Lo que debemos recordar las mujeres al entrenar
- No obsesionarnos: aunque a los hombres también les sucede, las mujeres solemos ser mucho más ansiosas y queremos ver casi de manera inmediata resultados, por eso, podemos caer en un sobreentrenamiento, en sobreexigencia y en otro tipo de errores que finalmente, acaban perjudicándonos. El esfuerzo debe estar presente, pero debemos tener paciencia en ver cambios y resultados.
- Es fundamental comer lo suficiente: sobre todo aquellas que quieren perder peso, entrenan aeróbicamente para gastar muchas calorías, pero se olvidan que sin energías suficientes no podrán enfrentar con éxito un trabajo intenso y efectivo, por eso, aunque la dieta puede estar limitada, no debemos olvidar comer e hidratarnos bien antes del entrenamiento. Por otro lado, las mujeres que quieran ver resultados a en su tono muscular o en su resistencia aeróbica, no pueden dejar de lado la dieta para obtener lo mejor de sí mismas.
- Todos los músculos deben entrenarse: con frecuencia las mujeres prestan especial atención a sus glúteos y abdomen, pero minimizan el trabajo de otros músculos en el cuerpo, esto puede llevar a desequilibrios que tarde o temprano, culminan afectándonos.
- No nos dejemos llevar por la moda: la vestimenta deportiva es fundamental al momento de entrenar, pues la tela debe permitir un correcto y cómodo movimiento al mismo tiempo que evite que el sudor se acumule en el cuerpo. Por eso, escojamos prendas adecuadas para entrenar, sin dejarnos llevar únicamente por la moda y la apariencia, porque nuestro cuerpo lo agradecerá.
Aunque a los hombres también les puede suceder, somos las mujeres las que específicamente no debemos olvidar estos puntos al momento de entrenar de manera efectiva y segura.
Separar los pies al hacer press de banca
También debemos de apoyar la planta de los pies completamente en el suelo, así nos aseguramos de tener un buen apoyo lumbar que evite posibles contracturas. La correcta separación de los pies depende de cada uno, pero a modo orientativo deberán de estar a la misma altura a la que separamos los brazos, es decir, algo más que la anchura de los hombros, así creamos un equilibrio entre fuerzas que nos hará más estables en el ejercicio.
En el gimnasio podemos ver a gente que sobre todo cuando levanta mucho peso eleva los pies o tiende a juntar las rodillas para hacer más fuerza. Esto es un gesto peligroso que nos resta estabilidad y crea un deseguilibrio muscular que carga unas zonas más que otras. Si levantamos poco peso incluso podemos elevar los pies para asegurar el apoyo lumbar, pero con mucho peso mejor tener los pies en el suelo.
Y no olvidemos las ayudas al levantar mucho peso, por muy estables que estemos si llega el momento en el que nos fallan las fuerzas mejor tener a alguien al lado que nos quite el peso de encima.