Todo el mundo desea, tanto hombres como mujeres, lucir un abdomen plano y tonificado. Sin embargo, para conseguir unos abdominales excelentes, tenéis que trabajar duro, cuidar vuestra dieta y efectuar el ejercicio cardiovascular necesario para eliminar la grasa y mostrar el trabajo duro.
Es evidente que la mayoría de las rutinas de abdominales incluyen los encogimientos. Con el fin de aumentar la intensidad del movimiento, Arnold recomienda la ejecución del mismo en un banco declinado. Para empezar, coged un banco declinado a 35 o 45° y anclad los pies en el soporte.
Apoyad la espalda en el banco, colocando los brazos cruzados sobre el pecho (cogiendo un peso adicional, si lo deseáis) o manteniendo las manos pegadas a la cabeza. Elevad el torso lentamente al contraer los abdominales, y deteneos un momento en la parte alta del movimiento antes de volver a la posición de partida. Procurad mantener una distancia de entre dos y cinco centímetros entre la espalda y el banco después de cada repetición, y no utilicéis las manos para echar hacia delante la cabeza. Probadlo.
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24 de diciembre de 2009
Lesiones deportivas: Distensión muscular: un tirón no es normal
Esta lesión llamada comúnmente "tirón muscular" recibe el nombre de distensión y se produce cuando el músculo es sometido a un estiramiento exagerado, es usado inadecuadamente o sufre un accidente que provoca la dolorosa molestia.
El clásico tirón muscular es considerado normal entre nosotros cuando practicamos un deporte o realizamos actividad física, sin embargo, la distensión de la fibra muscular no debería suceder, ya que es el paso previo a la rotura de la misma.
Puede ser originada por un esfuerzo excesivo. por un calentamiento inadecuado o bien, por falta de flexibilidad del músculo que genera una distensión ante el mínimo estiramiento requerido para determinado gesto deportivo.
Ante la distensión muscular, se percibe dolor y dificultad para mover el músculo lesionado. Generalmente se manifiesta como un "tirón" en la fibra muscular que puede causar hematomas e hinchazón en el área afectada.
Las distensiones musculares son más frecuentes en las extremidades inferiores y en deportes que existen movimientos explosivos como fútbol, atletismo, voleibol u otros.
Lo primero que se debe hacer ante el tirón es colocar hielo en la zona afectada para reducir o evitar la hinchazón local. Al mismo tiempo, se debe acudir a un médico para descartar una lesión mayor.
Si sólo se trata de una distensión sin rotura fibrilar o desgarro, se aconseja movilizarse poco hasta que ceda el dolor y por supuesto, incorporarse tan pronto como sea posible a la actividad, teniendo en cuenta que ésta debe ser progresiva.
Para evitar su desarrollo y la molesta sintomatología que ésta lesión puede causarnos, así como para prevenir su paso posterior de mayor gravedad (rotura), siempre es aconsejable calentar bien antes de entrenar o competir, trabajar la flexibilidad sin olvidar que esta es fundamental para un buen desempeño y para prevenir lesiones y al mismo tiempo, evitar el sobre esfuerzo de cualquier músculo.
Si realizamos cada movimiento o gesto deportivo con precaución y nos asesoramos bien antes de actuar, el tirón muscular no debería suceder. Si ocurre, debemos comprender su importancia, ya que indica el paso previo a una rotura o desgarro.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar
El clásico tirón muscular es considerado normal entre nosotros cuando practicamos un deporte o realizamos actividad física, sin embargo, la distensión de la fibra muscular no debería suceder, ya que es el paso previo a la rotura de la misma.
Puede ser originada por un esfuerzo excesivo. por un calentamiento inadecuado o bien, por falta de flexibilidad del músculo que genera una distensión ante el mínimo estiramiento requerido para determinado gesto deportivo.
Ante la distensión muscular, se percibe dolor y dificultad para mover el músculo lesionado. Generalmente se manifiesta como un "tirón" en la fibra muscular que puede causar hematomas e hinchazón en el área afectada.
Las distensiones musculares son más frecuentes en las extremidades inferiores y en deportes que existen movimientos explosivos como fútbol, atletismo, voleibol u otros.
Lo primero que se debe hacer ante el tirón es colocar hielo en la zona afectada para reducir o evitar la hinchazón local. Al mismo tiempo, se debe acudir a un médico para descartar una lesión mayor.
Si sólo se trata de una distensión sin rotura fibrilar o desgarro, se aconseja movilizarse poco hasta que ceda el dolor y por supuesto, incorporarse tan pronto como sea posible a la actividad, teniendo en cuenta que ésta debe ser progresiva.
Para evitar su desarrollo y la molesta sintomatología que ésta lesión puede causarnos, así como para prevenir su paso posterior de mayor gravedad (rotura), siempre es aconsejable calentar bien antes de entrenar o competir, trabajar la flexibilidad sin olvidar que esta es fundamental para un buen desempeño y para prevenir lesiones y al mismo tiempo, evitar el sobre esfuerzo de cualquier músculo.
Si realizamos cada movimiento o gesto deportivo con precaución y nos asesoramos bien antes de actuar, el tirón muscular no debería suceder. Si ocurre, debemos comprender su importancia, ya que indica el paso previo a una rotura o desgarro.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar
La importancia de entrenar los músculos pequeños para seguir progresando con los grandes
A la hora de entrenar siempre solemos reparar en los grandes grupos musculares que son en los que distribuimos las rutinas diarias que vamos a llevar a cabo en el gimnasio. Es importante mantener estos músculos fuertes, pero no son solo ellos los que se llevan todo el mérito, ya que otros mucho más pequeños y menos conocidos se encargan también de hacer el trabajo y evitar que nos lesionemos, por ello es importante que los tengamos en cuenta y entrenemos.
Estos músculos no suelen apreciarse, ya que la mayoría de ellos están dispuestos de forma interna, pero su implicación a la hora de ejecutar el resto de movimientos que llevamos a cabo para entrenar otros mayores sí que entran en acción. Por este motivo es necesario que los tengamos en consideración y trabajemos por igual que al resto.
Serrato
Vamos a destacar algunos de estos músculos como el serrato anterior, que se encuentra sobre las costillas y se encarga de la rotación de la escápula del hombro. A simple vista no se aprecia este músculo, pero juega un papel muy importante cuando llevamos a cabo acciones en las que el hombro se ve involucrado. Un serrato anterior poco desarrollado puede ser el detonante de una lesión en el manguito rotador, por ello es importante que lo entrenemos con ejercicios sencillos como las flexiones normales sobre suelo que podemos ir variando mediante la inclinación del cuerpo.
Pluriforme
Otro músculo pequeño que no podemos pasar por alto es el pluriforme que se localiza en la zona de los glúteos, puesto que interviene en la rotación de las articulaciones de la cadera. Es un músculo que sufre mucho con su uso, por lo que es necesario que lo fortalezcamos, sobre todo si tenemos unos isquiotibiales y unos glúteos poco desarrollados, ya que intervendrá más en los movimientos que llevemos a cabo. Para entrenarlos simplemente bastará con tumbarnos boca arriba doblando las piernas y apoyando los pies en el suelo de manera que queden separadas. En esta postura chocaremos ambas rodillas en el centro haciendo fuerza la una contra ala otra y manteniendo la tensión durante unos segundos.
Psoas
El psoas es otro músculo que no debemos olvidar, Se encarga de estabilizar la espalda e interviene a la hora de flexionarla cadera. Muchas veces lo involucramos a la hora de hacer abdominales y en ejercicios en los que intervienen los músculos del core, por ello debemos mantenerlo fuerte. Para conseguir mejorar su salud simplemente nos sentaremos y con la espalda totalmente recta y mirando al frente elevaremos la pierna por encima de la cadera. No tenemos que inclinarnos ni hacia delante ni hacia atrás, ya que sino no incidiremos en este músculo.
Tensor de la fascia lata
El tensor de la fascia lata es otro que no debemos pasar por alto. Se encuentra en la parte lateral de la cadera y se encarga de que podamos realizarlos movimientos de abducción de piernas. Es necesario que lo mantengamos fuerte para poder realizar los movimientos laterales. Para lograrlo simplemente nos vamos a colocar de pie apoyados en una pared y con la pierna derecha por delante de la izquierda apoyada sobre esta. En esta posición vamos a hacer fuerza con la izquierda hacia adelante y la derecha hacia atrás. Debemos mantener esta postura por unos segundos y cambiar para realizarlos con las otras dos piernas.
Supraespinoso y subescapular
Por último nos detendremos en el supraespinoso y el subescapular, ambos forman parte del manguito rotador y son muy importante a la hora de llevar a cabo ejercicios en los que hay que elevar los brazos con peso, como el press de banca, las flexiones… Para entrenarlos simplemente bastará con realizar elevaciones frontales de hombro, ya que inciden directamente sobre estos músculos, haciéndolos más fuertes y resistentes.
Estos músculos no suelen apreciarse, ya que la mayoría de ellos están dispuestos de forma interna, pero su implicación a la hora de ejecutar el resto de movimientos que llevamos a cabo para entrenar otros mayores sí que entran en acción. Por este motivo es necesario que los tengamos en consideración y trabajemos por igual que al resto.
Serrato
Vamos a destacar algunos de estos músculos como el serrato anterior, que se encuentra sobre las costillas y se encarga de la rotación de la escápula del hombro. A simple vista no se aprecia este músculo, pero juega un papel muy importante cuando llevamos a cabo acciones en las que el hombro se ve involucrado. Un serrato anterior poco desarrollado puede ser el detonante de una lesión en el manguito rotador, por ello es importante que lo entrenemos con ejercicios sencillos como las flexiones normales sobre suelo que podemos ir variando mediante la inclinación del cuerpo.
Pluriforme
Otro músculo pequeño que no podemos pasar por alto es el pluriforme que se localiza en la zona de los glúteos, puesto que interviene en la rotación de las articulaciones de la cadera. Es un músculo que sufre mucho con su uso, por lo que es necesario que lo fortalezcamos, sobre todo si tenemos unos isquiotibiales y unos glúteos poco desarrollados, ya que intervendrá más en los movimientos que llevemos a cabo. Para entrenarlos simplemente bastará con tumbarnos boca arriba doblando las piernas y apoyando los pies en el suelo de manera que queden separadas. En esta postura chocaremos ambas rodillas en el centro haciendo fuerza la una contra ala otra y manteniendo la tensión durante unos segundos.
Psoas
El psoas es otro músculo que no debemos olvidar, Se encarga de estabilizar la espalda e interviene a la hora de flexionarla cadera. Muchas veces lo involucramos a la hora de hacer abdominales y en ejercicios en los que intervienen los músculos del core, por ello debemos mantenerlo fuerte. Para conseguir mejorar su salud simplemente nos sentaremos y con la espalda totalmente recta y mirando al frente elevaremos la pierna por encima de la cadera. No tenemos que inclinarnos ni hacia delante ni hacia atrás, ya que sino no incidiremos en este músculo.
Tensor de la fascia lata
El tensor de la fascia lata es otro que no debemos pasar por alto. Se encuentra en la parte lateral de la cadera y se encarga de que podamos realizarlos movimientos de abducción de piernas. Es necesario que lo mantengamos fuerte para poder realizar los movimientos laterales. Para lograrlo simplemente nos vamos a colocar de pie apoyados en una pared y con la pierna derecha por delante de la izquierda apoyada sobre esta. En esta posición vamos a hacer fuerza con la izquierda hacia adelante y la derecha hacia atrás. Debemos mantener esta postura por unos segundos y cambiar para realizarlos con las otras dos piernas.
Supraespinoso y subescapular
Por último nos detendremos en el supraespinoso y el subescapular, ambos forman parte del manguito rotador y son muy importante a la hora de llevar a cabo ejercicios en los que hay que elevar los brazos con peso, como el press de banca, las flexiones… Para entrenarlos simplemente bastará con realizar elevaciones frontales de hombro, ya que inciden directamente sobre estos músculos, haciéndolos más fuertes y resistentes.
16 de noviembre de 2009
Aerobicos: A la hora correr tenemos unas opciones para elegir ¿lenta o intensa?
A la hora correr tenemos muchas opciones para elegir. Podemos optar por hacerlo al aire libre o en cinta, a gran velocidad o no, en circuitos difíciles o sobre asfalto,... todas estas opciones a la hora de elegir se notan también en las repercusiones del ejercicio sobre nuestro cuerpo.
¿A qué se debe? Pues a que los cambios físicos que tiene nuestro cuerpo como resultado del ejercicio se deben a la estimulación continuada que tiene nuestro sistema muscular debido a él y esta estimulación es diferente dependiendo de muchos factores.
Ejercicios : Crunch de abdominales en suelo o en máquina
Los abdominales son una fuente inagotable de dudas y nuevos ejercicios que no podemos pasar por alto. A pesar de todo existen algunas formas de entrenarlos que siempre suelen estar presentes en las diferentes tablas de entrenamiento. Un ejemplo claro es el crunch de abdominales que se puede realizar en suelo o en máquina, y por ello vamos a analizar las diferencias entre ambas maneras de entrenar de esta forma.
La mayoría de las veces que asistimos al gimnasio solemos ver a muchas personas realizando abdominales en la máquina de crunch, pero ¿realmente esto es efectivo a la hora de obtener unos buenos abdominales? Existe la posibilidad de realizar este ejercicio en suelo, y por ello es necesario que sepamos las ventajas e inconvenientes de hacerlo de una u otra manera.
Ejercicios: Cómo hacer (bien) peso muerto
En este artículo trataremos resumir los aspectos más básicos del ejercicio conocido como peso muerto (deadlift en inglés). Abordamos la variante normal con barra, dejando para posteriores artículos sus variantes (peso muerto con piernas rígidas, peso muerto estilo sumo, peso muerto de una pierna).
El peso muerto es uno de los mejores ejercicios que el adicto al hierro puede —debería— hacer. Es, sin discusión, el mejor ejercicio para desarrollar una espalda vigorosa, y uno de los indicadores más elocuentes de la fuerza física de un individuo.
¿Por qué? Sencillo: en el peso muerto no caben trampeos ni discusiones sobre técnica. Sin ir más lejos, en los otros dos movimientos básicos de fuerza, la sentadilla y el press de banca, entra en juego lo que se conoce como “stretch reflex” o reflejo de extensión, que es básicamente la acumulación de energía viscoelástica durante la fase excéntrica (negativa) de un levantamiento. En terminología más vernácula: en press de banca o sentadilla, la bajada del peso provoca una respuesta elástica en los músculos que potencia la subida.
En el peso muerto no existe tal ventaja. El peso, haciendo honor a su nombre, está “muerto”, clavado en el suelo, y no hay excusas que valgan: o puedes levantarlo, o no puedes.
¿En qué consiste?
El peso muerto es un levantamiento básico, aparentemente simple: agachados, con las rodillas flexionadas, la espalda baja arqueada y los brazos estirados, levantamos con ambas manos la barra del suelo a la vez que enderezamos el cuerpo hasta llegar a la “posición de bloqueo” o lockout: rodillas completamente extendidas (encajadas, según el argot del powerlifting), tronco recto, pecho estirado y hombros atrasados.
¿Por qué debería hacerlo?
El peso muerto, junto a la sentadilla, son dos de los mejores ejercicios para construir masa muscular, dado el enorme estímulo que suponen para el cuerpo.
En un peso muerto pesado se implican prácticamente todos los músculos: espalda (alta y baja), glúteos, cuádriceps, femorales, trapecios, abdominales y antebrazos, por citar los más castigados (nunca mejor dicho). Adicionalmente, si buscas mejorar tu agarre tienes en la práctica del peso muerto su mejor aliado.
Veamos ahora unas consideraciones básicas sobre la técnica del peso muerto y cómo mejorar en este ejercicio.
Posición de partida:
Los pies:
* Deben de situarse con los dedos apuntando hacia el frente o con un ligero ángulo hacia el exterior (no más de 45º), separados entre sí la anchura de los hombros.
* Es importante asentar en todo momento los talones, por lo que el calzado a usar debe tener una suela rígida y no muy gruesa. Esto hace que las deportivas para correr no sean adecuadas: busca un calzado de suela rígida o, si puedes, entrena descalzo o con calcetines.
La barra:
* Debe estar a unos 5–7 cm de tus piernas, a una altura que sea al menos la mitad de tus tibias; normalmente, dos discos de 20 kg darán la altura suficiente para realizar el ejercicio.
* Si usas discos de poco diámetro es posible que necesites usar algún tipo de plataforma para apoyar los discos de la barra, como por ejemplo tacos de madera, un step resistente o varios discos de peso apilados.
El agarre:
* La anchura del agarre debe dejar los pies dentro, lo cual será, en la mayoría de casos, unos 50 cm. Si usas un agarre demasiado ancho aumentarás el recorrido del levantamiento y, en consecuencia, el peso que puedes manejar.
* En cuanto al agarre en sí, hay dos tipos: agarre normal o pronado (con las palmas hacia dentro) o mixto: una mano en supinación (palma hacia fuera) y otra en pronación (palma hacia dentro). Normalmente, la mano en supinación es inhábil, y la que se coloca en pronación es la hábil: esto es, derecha pronada e izquierda supinada para un diestro. ¿Cuál usar? Siempre que os sea posible, el normal. Reservad el agarre mixto para las series más intensas y pesadas.
* Para mejorar el agarre no uséis guantes. Si tenéis problemas con el sudor, usad magnesio. Si vuestro gimnasio no permite el uso de magnesio, lo único que podéis hacer es secaros las manos con una toalla de forma frecuente.
* Para disminuir la formación de callos, la barra debe quedar cerca de los dedos. Así evitaréis la fricción de la barra sobre vuestra palma. No obstante, no os quiero engañar: inevitablemente, este ejercicio deja las manos callosas (aunque muy fuertes).
* Si el agarre es débil notaréis cómo la barra tiende a rotar hacia delante; es un buen momento para pasar al agarre mixto. Si se os abren las manos, también; pero siempre que podáis, favoreced el agarre normal o pronado.
* Es especialmente importante estirar bien los brazos, para evitar tirar de la barra con los codos doblados. Para ello flexiona los tríceps y agarra con fuerza la barra.
Torso:
* Eleva el pecho y atrasa los hombros; mantén el torso recto (que no vertical). Céntrate en conseguir que la espalda baja no se redondee durante la ejecución del ejercicio.
* No es necesario usar cinturón, e incluso puede ser contraproducente si tu técnica no es buena. Si aún así quieres usarlo, deberías reservarlo para los levantamientos más pesados, por encima del 80% de tu 1RM (repetición máxima).
Cabeza:
* Mantén el cuello en una posición neutra. Mira al frente o a un punto lejano del suelo, y mantenlo así durante todo el levantamiento.
Ejecución (subida):
* Inspira con fuerza y empuja el aire contra el paladar; tensa los brazos, mantén rígida la espalda baja y tira del peso lo más rápido que puedas, de forma explosiva, como si quisieras atravesar el suelo con los talones.
* Cuando la barra supere la altura de las rodillas, concéntrate en apretar los glúteos y en empujar las caderas hacia delante a la vez que te enderezas. Esfuérzate por mantener rígida la parte inferior de la espalda.
* No alejes la barra del cuerpo. Mantenla pegada al cuerpo todo lo que puedas, aunque no hay necesidad de arañarse las espinillas.
* Insisto: no relajes los brazos, ni dobles los codos: mantenlos extendidos durante todo el movimiento. Nunca tires del peso con los brazos, ni trates de impulsar el peso con ellos.
* No sobrepases la posición de bloqueo, ni añadas un encogimiento al ejercicio: es peligroso e innecesario.
Ejecución (bajada):
* La fase de bajada ha de ser controlada, pero no lenta. No intentes hacer “negativas” ni bajes con lentitud la barra con la idea de añadir trabajo extra.
* Baja con la barra; la mejor forma de hacer esto es atrasar primero las caderas y luego doblar las rodillas hasta que la barra vuelva al suelo.
* No sueltes la barra, será más seguro así; la barra podría rebotar y golpearte.
Otras consideraciones sobre el ejercicio:
Si entrenas en un gimnasio, es posible que el dueño o monitor ponga pegas a que hagas peso muerto en sus instalaciones. Quizá te diga que es malo para tu espalda baja, que es peligroso, etcétera. Bien, hay poco que hacer en este caso: quizá razonando con él puedas convencerlo, pero si se cierra en banda, no olvides que se trata de su gimnasio y que tienen derecho a imponer sus reglas.
Para los que entrenan en casa, hay dos problemas:
Al ser un ejercicio en el que se pueden mover pesos de importancia habrás de invertir en discos a poco que progreses, y debes disponer de, al menos, dos discos de 20 kg.
Por otra parte, la barra, al caer, hará mucho ruido y golpeará el suelo con fuerza suficiente como para causar daños si no tienes cuidado. Esto es especialmente problemático para los que viváis en un piso con vecinos debajo (salvo que estén sordos como una tapia, claro). Influirá mucho, por otra parte, qué tipo de discos usáis. Si aún no habéis comprado vuestros discos para usar en casa, tened cuidado a la hora de elegir los de mayor peso y en consecuencia diámetro, porque serán sobre los que descansará la barra en el suelo. Procurad elegir discos de 20 ó 25 kg con el mayor diámetro posible y que tengan igual diámetro entre sí. De esta forma evitaréis que el peso repose sobre el ancho de un solo disco y pueda repartirse más el impacto (a mayor superficie, menor presión). Si ya hemos adquirido los discos, tendremos que conformarnos.
Una solución es fabricarse un par de plataformas para dejar la barra. Podéis usar madera, mejor en varias capas, por ejemplo una de tablero de partículas denso abajo y otra capa de conglomerado de menor grosor encima, pegadas entre sí con cola de madera. En cuanto al tamaño de la plataforma, unos 50×50 cm será suficiente, para un grosor total de 3 a 5 cm. Podréis conseguir tableros al corte en cualquier almacén de maderas, carpintería o gran superficie dedicada al bricolage (como Leroy Merlin, sin ir más lejos). Para aún mayor seguridad se puede recubrir la plataforma con una capa de pvc o caucho; si buscáis en la sección de moquetas y pavimentos de esas grandes superficies encontraréis varios tipos de materiales
Por último, en vez de madera, podéis usar directamente baldosas de caucho o pvc para amortiguar el golpe; con tres o cuatro debería ser suficiente, aunque lo idóneo sería poner algo rígido debajo, como hemos descrito arriba. Decathlon vende baldosas de caucho a un precio inmejorable, pero os recomiendo las baldosas de caucho de la marca Eurotile, que de nuevo podréis encontrar en cualquiera de esas grandes superficies.
Eso es todo. Deja las excusas a un lado y dale duro a este ejercicio. Tu espalda acabará agradeciéndolo.
Via: masfuertequeelhierro.com
El peso muerto es uno de los mejores ejercicios que el adicto al hierro puede —debería— hacer. Es, sin discusión, el mejor ejercicio para desarrollar una espalda vigorosa, y uno de los indicadores más elocuentes de la fuerza física de un individuo.
¿Por qué? Sencillo: en el peso muerto no caben trampeos ni discusiones sobre técnica. Sin ir más lejos, en los otros dos movimientos básicos de fuerza, la sentadilla y el press de banca, entra en juego lo que se conoce como “stretch reflex” o reflejo de extensión, que es básicamente la acumulación de energía viscoelástica durante la fase excéntrica (negativa) de un levantamiento. En terminología más vernácula: en press de banca o sentadilla, la bajada del peso provoca una respuesta elástica en los músculos que potencia la subida.
En el peso muerto no existe tal ventaja. El peso, haciendo honor a su nombre, está “muerto”, clavado en el suelo, y no hay excusas que valgan: o puedes levantarlo, o no puedes.
¿En qué consiste?
El peso muerto es un levantamiento básico, aparentemente simple: agachados, con las rodillas flexionadas, la espalda baja arqueada y los brazos estirados, levantamos con ambas manos la barra del suelo a la vez que enderezamos el cuerpo hasta llegar a la “posición de bloqueo” o lockout: rodillas completamente extendidas (encajadas, según el argot del powerlifting), tronco recto, pecho estirado y hombros atrasados.
¿Por qué debería hacerlo?
El peso muerto, junto a la sentadilla, son dos de los mejores ejercicios para construir masa muscular, dado el enorme estímulo que suponen para el cuerpo.
En un peso muerto pesado se implican prácticamente todos los músculos: espalda (alta y baja), glúteos, cuádriceps, femorales, trapecios, abdominales y antebrazos, por citar los más castigados (nunca mejor dicho). Adicionalmente, si buscas mejorar tu agarre tienes en la práctica del peso muerto su mejor aliado.
Veamos ahora unas consideraciones básicas sobre la técnica del peso muerto y cómo mejorar en este ejercicio.
Posición de partida:
Los pies:
* Deben de situarse con los dedos apuntando hacia el frente o con un ligero ángulo hacia el exterior (no más de 45º), separados entre sí la anchura de los hombros.
* Es importante asentar en todo momento los talones, por lo que el calzado a usar debe tener una suela rígida y no muy gruesa. Esto hace que las deportivas para correr no sean adecuadas: busca un calzado de suela rígida o, si puedes, entrena descalzo o con calcetines.
La barra:
* Debe estar a unos 5–7 cm de tus piernas, a una altura que sea al menos la mitad de tus tibias; normalmente, dos discos de 20 kg darán la altura suficiente para realizar el ejercicio.
* Si usas discos de poco diámetro es posible que necesites usar algún tipo de plataforma para apoyar los discos de la barra, como por ejemplo tacos de madera, un step resistente o varios discos de peso apilados.
El agarre:
* La anchura del agarre debe dejar los pies dentro, lo cual será, en la mayoría de casos, unos 50 cm. Si usas un agarre demasiado ancho aumentarás el recorrido del levantamiento y, en consecuencia, el peso que puedes manejar.
* En cuanto al agarre en sí, hay dos tipos: agarre normal o pronado (con las palmas hacia dentro) o mixto: una mano en supinación (palma hacia fuera) y otra en pronación (palma hacia dentro). Normalmente, la mano en supinación es inhábil, y la que se coloca en pronación es la hábil: esto es, derecha pronada e izquierda supinada para un diestro. ¿Cuál usar? Siempre que os sea posible, el normal. Reservad el agarre mixto para las series más intensas y pesadas.
* Para mejorar el agarre no uséis guantes. Si tenéis problemas con el sudor, usad magnesio. Si vuestro gimnasio no permite el uso de magnesio, lo único que podéis hacer es secaros las manos con una toalla de forma frecuente.
* Para disminuir la formación de callos, la barra debe quedar cerca de los dedos. Así evitaréis la fricción de la barra sobre vuestra palma. No obstante, no os quiero engañar: inevitablemente, este ejercicio deja las manos callosas (aunque muy fuertes).
* Si el agarre es débil notaréis cómo la barra tiende a rotar hacia delante; es un buen momento para pasar al agarre mixto. Si se os abren las manos, también; pero siempre que podáis, favoreced el agarre normal o pronado.
* Es especialmente importante estirar bien los brazos, para evitar tirar de la barra con los codos doblados. Para ello flexiona los tríceps y agarra con fuerza la barra.
Torso:
* Eleva el pecho y atrasa los hombros; mantén el torso recto (que no vertical). Céntrate en conseguir que la espalda baja no se redondee durante la ejecución del ejercicio.
* No es necesario usar cinturón, e incluso puede ser contraproducente si tu técnica no es buena. Si aún así quieres usarlo, deberías reservarlo para los levantamientos más pesados, por encima del 80% de tu 1RM (repetición máxima).
Cabeza:
* Mantén el cuello en una posición neutra. Mira al frente o a un punto lejano del suelo, y mantenlo así durante todo el levantamiento.
Ejecución (subida):
* Inspira con fuerza y empuja el aire contra el paladar; tensa los brazos, mantén rígida la espalda baja y tira del peso lo más rápido que puedas, de forma explosiva, como si quisieras atravesar el suelo con los talones.
* Cuando la barra supere la altura de las rodillas, concéntrate en apretar los glúteos y en empujar las caderas hacia delante a la vez que te enderezas. Esfuérzate por mantener rígida la parte inferior de la espalda.
* No alejes la barra del cuerpo. Mantenla pegada al cuerpo todo lo que puedas, aunque no hay necesidad de arañarse las espinillas.
* Insisto: no relajes los brazos, ni dobles los codos: mantenlos extendidos durante todo el movimiento. Nunca tires del peso con los brazos, ni trates de impulsar el peso con ellos.
* No sobrepases la posición de bloqueo, ni añadas un encogimiento al ejercicio: es peligroso e innecesario.
Ejecución (bajada):
* La fase de bajada ha de ser controlada, pero no lenta. No intentes hacer “negativas” ni bajes con lentitud la barra con la idea de añadir trabajo extra.
* Baja con la barra; la mejor forma de hacer esto es atrasar primero las caderas y luego doblar las rodillas hasta que la barra vuelva al suelo.
* No sueltes la barra, será más seguro así; la barra podría rebotar y golpearte.
Otras consideraciones sobre el ejercicio:
Si entrenas en un gimnasio, es posible que el dueño o monitor ponga pegas a que hagas peso muerto en sus instalaciones. Quizá te diga que es malo para tu espalda baja, que es peligroso, etcétera. Bien, hay poco que hacer en este caso: quizá razonando con él puedas convencerlo, pero si se cierra en banda, no olvides que se trata de su gimnasio y que tienen derecho a imponer sus reglas.
Para los que entrenan en casa, hay dos problemas:
Al ser un ejercicio en el que se pueden mover pesos de importancia habrás de invertir en discos a poco que progreses, y debes disponer de, al menos, dos discos de 20 kg.
Por otra parte, la barra, al caer, hará mucho ruido y golpeará el suelo con fuerza suficiente como para causar daños si no tienes cuidado. Esto es especialmente problemático para los que viváis en un piso con vecinos debajo (salvo que estén sordos como una tapia, claro). Influirá mucho, por otra parte, qué tipo de discos usáis. Si aún no habéis comprado vuestros discos para usar en casa, tened cuidado a la hora de elegir los de mayor peso y en consecuencia diámetro, porque serán sobre los que descansará la barra en el suelo. Procurad elegir discos de 20 ó 25 kg con el mayor diámetro posible y que tengan igual diámetro entre sí. De esta forma evitaréis que el peso repose sobre el ancho de un solo disco y pueda repartirse más el impacto (a mayor superficie, menor presión). Si ya hemos adquirido los discos, tendremos que conformarnos.
Una solución es fabricarse un par de plataformas para dejar la barra. Podéis usar madera, mejor en varias capas, por ejemplo una de tablero de partículas denso abajo y otra capa de conglomerado de menor grosor encima, pegadas entre sí con cola de madera. En cuanto al tamaño de la plataforma, unos 50×50 cm será suficiente, para un grosor total de 3 a 5 cm. Podréis conseguir tableros al corte en cualquier almacén de maderas, carpintería o gran superficie dedicada al bricolage (como Leroy Merlin, sin ir más lejos). Para aún mayor seguridad se puede recubrir la plataforma con una capa de pvc o caucho; si buscáis en la sección de moquetas y pavimentos de esas grandes superficies encontraréis varios tipos de materiales
Por último, en vez de madera, podéis usar directamente baldosas de caucho o pvc para amortiguar el golpe; con tres o cuatro debería ser suficiente, aunque lo idóneo sería poner algo rígido debajo, como hemos descrito arriba. Decathlon vende baldosas de caucho a un precio inmejorable, pero os recomiendo las baldosas de caucho de la marca Eurotile, que de nuevo podréis encontrar en cualquiera de esas grandes superficies.
Eso es todo. Deja las excusas a un lado y dale duro a este ejercicio. Tu espalda acabará agradeciéndolo.
Via: masfuertequeelhierro.com
12 de noviembre de 2009
Consejos para elegir un gimnasio
El gimnasio debe ser para nosotros un lugar cómodo, gratificante y que nos motive a continuar asistiendo para no dejar el entrenamiento, por eso, antes de elegir un gimnasio, ten en cuenta los siguientes consejos.
Si hacemos una elección adecuada de nuestro centro de fitness, será fácil para nosotros ejercitarnos con regularidad, sin aburrirnos ni sufrir cada vez que asistimos al mismo.
Para que tomemos la decisión acertada, siempre es conveniente tener varios aspectos en cuenta que nos permitan comprobar si el gimnasio se adapta o no a nuestros deseos y objetivos por lograr.
Básicamente, antes de elegir un gimnasio debemos seguir los siguientes consejos:
- Determinar nuestro objetivo para elegir en función de ésto el gimnasio y los requerimientos del mismo.
- Evaluar la capacidad de gente del gimnasio y la concurrencia al mismo, ya que no será cómodo para nosotros tener que llegar muy temprano para encontrar lugar o arribar tarde al mismo y no tener ni siquiera equipamiento para entrenar.
- Observar las máquinas cardiovasculares del gimnasio, ya que son las que cubrirán nuestra actividad en muchas ocasiones y más aún, si lo que queremos es mejorar la resistencia y quemar calorías.
- Observar las máquinas en sala de musculación, porque siempre debemos trabajar nuestros músculos y si no hay variedad ni suficiente equipamiento, será difícil lograr un trabajo eficiente.
- Detenernos en los recursos humanos del lugar, ya que un profesor de spinning no nos será útil si queremos muscular, y si no encontramos siempre un profesor cerca, tampoco será adecuado si necesitamos asesoramiento personalizado.
- Evaluar los horarios del gimnasio y las actividades que se desarrollan, porque esto determinará nuestro entrenamiento a futuro.
- Evaluar la cercanía del gimnasio, de manera de asegurarnos poder ir aunque nos queden pocos minutos para cambiarnos y trasladarnos al mismo.
- Evaluar la relación precio- calidad del servicio que se ofrece en el gimnasio, considerando para esto todo lo antes dicho e incluso, las instalaciones, es decir, baños, duchas y demás.
Si antes de elegir tenemos en cuenta todo esto, la decisión que tomemos será más acertada y nuestro entrenamiento podrá llevarse a cabo más fácilmente, con regularidad y sin sacrificios.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar
Si hacemos una elección adecuada de nuestro centro de fitness, será fácil para nosotros ejercitarnos con regularidad, sin aburrirnos ni sufrir cada vez que asistimos al mismo.
Para que tomemos la decisión acertada, siempre es conveniente tener varios aspectos en cuenta que nos permitan comprobar si el gimnasio se adapta o no a nuestros deseos y objetivos por lograr.
Básicamente, antes de elegir un gimnasio debemos seguir los siguientes consejos:
- Determinar nuestro objetivo para elegir en función de ésto el gimnasio y los requerimientos del mismo.
- Evaluar la capacidad de gente del gimnasio y la concurrencia al mismo, ya que no será cómodo para nosotros tener que llegar muy temprano para encontrar lugar o arribar tarde al mismo y no tener ni siquiera equipamiento para entrenar.
- Observar las máquinas cardiovasculares del gimnasio, ya que son las que cubrirán nuestra actividad en muchas ocasiones y más aún, si lo que queremos es mejorar la resistencia y quemar calorías.
- Observar las máquinas en sala de musculación, porque siempre debemos trabajar nuestros músculos y si no hay variedad ni suficiente equipamiento, será difícil lograr un trabajo eficiente.
- Detenernos en los recursos humanos del lugar, ya que un profesor de spinning no nos será útil si queremos muscular, y si no encontramos siempre un profesor cerca, tampoco será adecuado si necesitamos asesoramiento personalizado.
- Evaluar los horarios del gimnasio y las actividades que se desarrollan, porque esto determinará nuestro entrenamiento a futuro.
- Evaluar la cercanía del gimnasio, de manera de asegurarnos poder ir aunque nos queden pocos minutos para cambiarnos y trasladarnos al mismo.
- Evaluar la relación precio- calidad del servicio que se ofrece en el gimnasio, considerando para esto todo lo antes dicho e incluso, las instalaciones, es decir, baños, duchas y demás.
Si antes de elegir tenemos en cuenta todo esto, la decisión que tomemos será más acertada y nuestro entrenamiento podrá llevarse a cabo más fácilmente, con regularidad y sin sacrificios.
Por Gabriela Gottau para FitnessOnline.com.ar
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