Las anillas las podemos encontrar en muchos gimnasios y es que con ellas podemos trabajar los abdominales, los tríceps, el hombro… aunque son una forma de trabajar casi todo el cuerpo, pues la tensión que realizamos mientras las estamos utilizando es muy alta. Este hecho hace que para usarlas debamos tener un tren superior bastante desarrollado y fuerte.
22 de enero de 2010
Entrenar sobre anillas, como si fuésemos gimnastas
20 de enero de 2010
Si no le gusta beber agua, le proponemos comerla
Ahora, si usted es una persona que no bebe más que unos pocos tragos de agua, deberá asegurarse de incorporar el agua que su cuerpo necesita. ¿Cómo? A través de los alimentos.
Veamos algunos ejemplos en el siguiente cuadro:
- Lechuga (está formada por un 95% de agua).
- Pepino 95%
- Tomate 94%
- Sandía 93%
- Melón 93%
- Berro 92%
- Espinaca 91%
- Limón 90%
- Frutillas 90%
- Leche 88%
- Naranja 87%
- Ananás 85%
- Uvas 82%
Una rutina de ejercicios localizados para reducir la “celulitis”
Para lograr un resultado efectivo debes aplicar estos tres puntos en la rutina de ejercicios:
- Precisión en los movimientos.
- Respiración profunda y consciente.
- Series con repeticiones progresivas (Ejemplo: 3 series de 12, 15 y 18 repeticiones cada una).
Los ejercicios de la rutina
1. Curl femoral tumbado: Acostados boca abajo con las piernas estiradas y los brazos detrás de la nuca, eleva las pantorrillas efectuando una contracción femoral (movimiento curl). En la mitad del recorrido detén el movimiento unos segundos para efectuar un trabajo muscular más intenso (tal como se ve en el dibujo). Regresa a la posición inicial.
2. Elongación femoral parado: Parados sosteniendo el cuerpo con un brazo en algún apoyo para no perder el equilibrio, mueve una pierna hacia atrás flexionándola levemente y tratando de elevarla lo más que puedas. Regresa la pierna a la posición inicial. Repite con la otra pierna el mismo movimiento. Debes comenzar con movimientos cortos para luego aumentar poco a poco la elasticidad muscular.
3. Sentadilla «tijeras»: Ideal para un trabajo de muslos y glúteos. Parados con las piernas juntas y los brazos detrás de la nuca, lleva a cabo un paso hacia adelante con una de las piernas quedando ambas ligeramente separadas entre sí. Luego efectúa una flexión en las piernas adoptando una posición de «tijeras». Regresa a la posición inicial.
4. Movimientos para aductores: Parados, con las piernas ligeramente juntas y sosteniendo el cuerpo con un brazo para no perder el equilibrio, levanta una pierna hacia su lateral lo más alto posible (pero sin forzar el movimiento). Regresa a la posición inicial. Luego de hacer las repeticiones con una pierna, repite con la otra.
5. Combinación de brazos y piernas acostado: Recostada sobre el costado derecho y con el brazo de abajo apoyado en el piso, estira el izquierdo por arriba de la cabeza mientras subes y bajas la pierna también izquierda. Recuerda no torcer la cintura que estará trabajando al igual que la cola y las piernas. Cambia de lado y repite el ejercicio.
6. Despegue conjunto de piernas: Siempre recostada de un lado, estira el brazo de arriba intentando levantar ambas piernas juntas como muestra la figura. No te esfuerces si no lo logras la primera vez porque es un movimiento un poquito complicado pero muy efectivo. Conserva los pies juntos en el aire unos segundos y luego afloja.
7. Sentadilla con elevación de talones: Un ejercicio muy completo para endurecer tanto los muslos de las piernas como las pantorrillas. Agachados (como en el dibujo) y con los brazos extendidos hacia adelante, elévate hasta quedar casi en puntas de pie. Luego regresa a la posición inicial.
8. Encogimientos abdominales: Acostados sobre el piso con las piernas sobre una banqueta formando un ángulo de 90º y los brazos delante del pecho. Despega la nuca y los hombros del piso y la parte superior de la espalda, tratando de tocar el mentón con los brazos, mientras encoges la parte superior del cuerpo concentrando la fuerza en el abdomen. Luego regresa lentamente a la posición inicial. Es bueno hacer este ejercicio sin esforzarte demasiado al principio, pues con el tiempo lograrás encogerte un poquito más.
9. Contracción de piernas suspendidas: Sentados en una banqueta con el torso tirado levemente hacia atrás, los brazos estirados por detrás del cuerpo agarrando con las manos la banqueta, y con las piernas estiradas suspendidas paralelas al piso. Efectúa una contracción de piernas tratando de tocar con las rodillas el pecho. Luego las vuelves a estirar para ubicarlas en la posición inicial. Es un ejercicio que requiere bastante fuerza por eso debes comenzar con pocas repeticiones.
10. Giros de torso: Parada con las piernas ligeramente abiertas y los brazos detrás de la nuca, gira el torso hacia un lado y luego hacia el otro acompañando el movimiento con los brazos y la cabeza. Es bueno hacer muchas repeticiones de este ejercicio pero sin girar de más para evitar lesiones. La flexibilidad viene poco a poco.
*Para el final: Termina tu rutina acostada en el piso, aflojando cada músculo con los ojos cerrados y respirando lentamente.
Simplicidad para conseguir unos abdominales fuertes
Por lo general cuando elegimos los ejercicios que vamos a llevar a cabo para entrenar los abdominales solemos caer en el error de decantarnos por los más complejos, que incorporan más giros y posturas raras. Este tipo de opción no es la más acertada, y es que la simplicidad suele ser la mejor manera de conseguir un vientre plano y fuerte.
17 de enero de 2010
Entrenar con bandas elásticas
La rutina de entrenamiento puede incluir tanto ejercicios de gimnasia como aeróbicos y algunos destinados al incremento de la masa muscular. En este último caso es necesario recurrir a alguna técnica para lograr la sobrecarga necesaria.
Bien puedes hacerlo intentando susituir el peso de los discos o mancuernas utilizando objetos comunes en cualquier hogar, para ello puedes ver opciones en las rutinas de entrenamiento en casa que hemos desarrollado anteriormente.
Otra alternativa consiste en utilizar bandas elásticas a la hora de emprender un plan de entrenamiento de tonificación muscular.
Lo primero es conseguir unas bandas elásticas de buena calidad, hay muchas marcas en el mercado, debes comprobar que no estén secas, resquebrajadas, agujereadas, o con grietas visibles, es muy importante este aspecto ya que si la banda se rompe durante el ejercicio puede provocarte lesiones.
Existen de distintos tamaños, las de 200 a 250 cm suelen servir para la mayoría de los ejercicios, aunque también sería bueno tener un par de bandas cortas para los ejercicios de glúteos, aductores y abductores.
Los fabricantes de bandas elásticas suelen clasificarlas en colores, dependiendo del nivel de resistencia, sería apropiado que adquieras aquellas que se correlacionan con tu nivel de entrenamiento, es importante que ha medida que tu condición física se incremente, ejercites con bandas más resistentes para no estancar tu entrenamiento y seguir mejorando tu rendimiento.
Veamos una rutina sencilla de entrenamiento para tonificación muscular con cinco ejercicios que incluyen brazos, pecho, glúteos y piernas. Pero antes de que empieces, recuerda que, además, debes complementar el entrenamiento con ejercicios de calentamiento antes de comenzar, estiramientos al finalizar e incluir actividad cardiovascular para acelerar la quema de grasa corporal.
Entrenar bíceps con bandas elásticas
Siéntate en una silla. Coloca un extremo de la liga en uno de tus pies, el otro extremo servirá para que lo jales con uno de tus brazos, de tal manera que formes un ángulo de 90 grados cada vez que bajes el brazo.
Comienza con movimientos lentos y realiza dos series de ocho repeticiones. Después incrementa gradualmente hasta realizar tres series de 10 repeticiones por brazo.
Fortalecer tríceps con bandas elásticas
Ponte de pie, dobla uno de tus brazos hasta formar un ángulo de 90 grados y colócalo en tu cadera, al tiempo que sostienes un extremo de la liga. El otro brazo ponlo al frente, súbelo y bájalo formando un ángulo de 90 grados, al tiempo que sostienes el otro extremo de la liga.
Comienza con movimientos lentos, realiza dos series de ocho repeticiones. Después incrementa gradualmente hasta efectuar tres series de 10 repeticiones por brazo.
Pectorales con bandas elásticas
Colócate de frente, sostén con cada una de tus manos un extremo de la liga; abre y cierra llevando las manos hacia el pecho.
Comienza con movimientos lentos, realiza una serie de ocho repeticiones. Después incrementa gradualmente hasta realizar tres series de ocho repeticiones.
Glúteos firmes
Apoya tus brazos sobre una pared al mismo tiempo que colocas cada extremo de la liga en cada una de tus piernas. Sin despegar las manos de la pared, mantén una pierna recta y la otra llévala hacia atrás, sin doblar.
Comienza con movimientos lentos, empieza con una serie de cuatro repeticiones. Después incrementa gradualmente hasta realizar series de 15 repeticiones por pierna.
Entrenar cuádriceps, reafirmar los muslos
Apoya tus brazos sobre una pared al mismo tiempo que colocas cada extremo de la liga en cada una de tus piernas. Sin despegar las manos de la pared, mantén una pierna recta y la otra llévala hacia atrás, doblándola para formar un ángulo de 90 grados.
Comienza con movimientos lentos, empieza con una serie de cuatro repeticiones. Después incrementa gradualmente hasta realizar series de 15 repeticiones por pierna.
Recuerda que para alcanzar el éxito necesitas mantener una dieta equilibrada, baja en grasas, azúcar y sal y, lo principal, ser constante con la rutina de ejercicio.
¿Quieres sacar partido a tus horas de gimnasio?
- Constancia, constancia... ¡y constancia! Suena repetitivo, pero es que es fundamental. Si no, no verás resultados. Por eso no es mala idea incluso anotar las visitas al gimnasio en la agenda, dándoles la misma importancia que a una reunión o una cita con un amigo.
- No busques (¡y encuentres!) excusas. Organiza tu tiempo y reserva al menos tres horas a la semana para acudir al gimnasio. Hay que intentar ser disciplinada y regular.
- Mejor acompañada. Formar un grupo para realizar cualquier actividad física resulta más gratificante y, además, potencia la motivación. Quedar en el gimnasio en vez de en una cafetería son formas de animarse unas a otras y mantenerse fieles al programa de ejercicio.
- En manos expertas. Una vez elegido el gimnasio, ¿por qué no ponerse en manos de un entrenador personal? Cuando tenga claro cuáles son tus objetivos perder peso, ganar masa muscular, mejorar tu condición física...- él será quien te proporcionará la tabla más indicada para tu caso concreto. Y es que no todos necesitamos lo mismo.
- Sé obediente. Ahora bien, si te ha indicado una serie de ejercicios para realizar, intenta cumplirlos, sin pasarte y sin quedarte corta. Si algo no funciona y consideras que debe variar, no tomes la decisión unilateralmente y consúltalo con él antes de dar el paso.
- Mezcla actividades. No te centres tan sólo en actividades colectivas como aerobic, aquagym, salsa, etc, que pueden parecerle más entretenidas. Combínalas con ejercicios para fortalecer tus músculos y n oquedar flacida.
- No olvides que... Es importante tener siempre a mano una botella de agua y una toalla.
- Tiempo al tiempo. No te obsesiones por adelgazar. Es muy importante pensar que las cosas duraderas se consiguen poco a poco.
- Y, sobre todo... no hay que caer en el error de convertir el ejercicio fisico en una obligación, sino en una pasión. El ejercicio es tremendamente saludable y que, además de ayudarle a conseguir su peso ideal, le hará sentir mejor.
Algunas variables que debemos tener en cuenta a la hora de salir a correr
Conociéndonos bien a nosotros mismos sabremos cuál es la mejor manera de llevar a cabo la carrera. Ante todo es importante que sepamos que hay dos tipos de variables, las que son internas y tienen que ver con nuestro físico, y las que son externas y tienen que ver con el equipo y el terreno.
Variables internas
Una de las primeras variables que vamos a considerar a la hora de salir a correr es la edad. Es cierto que la carrera es un deporte indicado para todas las personas, pero a edad más adulta y sin haber practicado deporte anteriormente es importante que sepamos que la intensidad no debe ser la misma que en las personas más jóvenes. Lo que sí es cierto que antes de comenzar a practicar carrera como deporte habitual es recomendable que realicemos una prueba de esfuerzo para saber la forma física que tenemos y así determinar el tipo de deporte que vamos a hacer y la intensidad que utilizaremos.
Otra variable es el peso y la complexión física. Ambas son importantes a la hora de salir a correr, ya que tener sobrepeso puede ser un signo de problemas de mala circulación, lo que hace que aumentemos el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca o un ataque al corazón. Para perder esos kilos de más y no exponer a nuestro corazón a un peligro constante es necesario que comencemos a practicar la carrera de forma gradual de modo que poco a poco consigamos perder los kilos que nos sobran y con ellos las grasas que nos hacen mal y así poder ir progresando en la carrera.
Otros factores que vamos a destacar son la elasticidad y el estado de las articulaciones y tendones, algo muy importante a la hora de practicar la carrera, ya que es necesario que podemos mantener un movimiento constante como el que se ejerce cuando corremos sin correr el riesgo de lastimarnos.
Variables externas
La ropa y los complementos que vamos a utilizar al salir a correr es algo que debemos tener en cuenta, y es que nos ayudarán a la hora de llevar a buen puerto esta actividad. El calzado es algo importante, puesto que es el encargado de amortiguar el impacto del pie con el suelo y así evitar hacernos daño en las articulaciones de la pierna. Además, las zapatillas nos ayudarán a pisar mejor y a tener más agilidad a la hora de mover el pie. La ropa también cuenta, y es que es importante que la adaptemos según la época del año, puesto que en verano con el calor el cuerpo transpira más y por ello debemos utilizar tejidos que nos permita mantener la piel seca y fresca. En invierno la ropa para correr debe mantener la temperatura corporal para evitar los descensos térmicos bruscos que pueden hacernos enfermar.
La elección del terreno es otra variable en la que debemos reparar, y es que los terrenos más blandos son los más indicados, pues el impacto es menor. Como opciones tenemos los terrenos de tierra, blandos pero cuando llueve ofrecen mucha resistencia haciendo más difícil la actividad. El cemento, es el terreno más duro y por lo tanto el menos recomendado debido al impacto que nos ofrece en las piernas, pero apenas nos ofrece resistencia facilitándonos la actividad. Las pistas para correr son el terreno más idóneo, ya que absorben el impacto y no ofrecen apenas resistencia.