-
-
1010101010101

30 de septiembre de 2010

Controla tus porciones para perder más peso

Mientras que nuestra vida se va haciendo cada vez más sedentaria, nuestras porciones de comida se han ido ensanchando. En las últimas décadas el tamaño de nuestro platos, en casa como en restaurante, han aumentado considerablemente.

Ciertos estudios estiman que hasta en un 200%, y esta combinación de menos actividad con más comida ha tenido un efecto terrible en nuestra dieta y en el control de nuestro peso.

Existen ciertos remedios para combatir esta tendencia, al menos cuando se trata de comer en casa o de nuestra elección en un restaurante. El primero es la conciencia de cuánta comida necesita nuestro cuerpo. Trata de respirar antes de empezar a comer y de ser posible toma lentamente un vaso de agua para saber exactamente cuánta hambre tienes.

Si estás en casa aprovecha para servirte poco y ve disfrutando de los alimentos sin prisa, cuando termines deja descansar un poco tu estómago para que tu cerebro puedas procesar la acción. A veces, te darás cuenta de que sigues hambriento y entonces puedes optar por una segunda porción pequeña o un plato lleno de verduras, pero muchas otras veces descubrirás que ya estás lleno.

Una simple receta para saber si estás preparando una comida balanceada es asegurarte que la mitad de tu plato sea de vegetales, un cuarto sea de alguna proteína como carne, pollo o pescado, y el otro cuarto es libre para poner granos, carbohidratos o lo que prefieras.

Cuando llegues al postre, la idea es medir la cantidad y para ayudarte puedes recurrir a un sencillo truco: reemplaza el plato que utilizas normalmente por uno más chico. El solo efecto visual te dará la impresión de que estás comiendo una copa llena de helado, cuando en realidad la cantidad es menor. Podrás satisfacer el antojo sin caer en excesos.

Otro truco es comer con palillos, una cuchara pequeña o con la mano que no usas en el día a día. Comer más lento te permite pensar antes de ingerir, y gracias a este proceso podrás consumir más comida saludable y enfocarte en la calidad de la misma.

7 formas naturales para eliminar la celulitis

El 90% de las mujeres mayores de 20 años sufren de celulitis un problema del tejido graso que es difícil de eliminar.

Concentrados a base de hierbas anticelulitis naturales han sido utilizados por muchos hospitales en Europa por más de 50 años, y los investigadores han encontrado sustancias que pueden eliminar la celulitis, ayudando a restablecer la circulación dañada. Los ingredientes naturales anticeluliticos como aceites de hierbas puede ayudar a curar o reducir celulitis.

Un remedio natural o casero para combatir la celulitis es mantener un estilo de vida saludable y ejercicio regular, los ejercicios deben ser de 30 minutos de actividad aeróbica, como caminar, montar en bicicleta, trotar o entrenar con pesas. El yoga también puede ser útil, son formas de eliminar la celulitis.

Estos ejercicios ayudan a mejorar la circulación y la quema de grasa. Los masajes en las zonas afectadas, como celulitis en las nalgas y los muslos también puede ayudar mucho

1. Las toxinas e impurezas se almacenan como grasa. Mientras trabajas para perder peso, usted debe beber abundante agua (al menos ocho vasos al día), tener una dieta alta en fibra e incluya bastantes frutas y verduras.
2. Elimine los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, grasas hidrogenadas, bebidas de dieta y sobre todo, la sal.
3. El ejercicio, caminar, trotar, coreografias de aerobic y montar en bicicleta ayudan a tonificar los músculos de los muslos, las caderas y las nalgas. Estas actividades físicas también ayudan a eliminar celulitis.
4. Evita el estrés, trata siempre de estar relajada y trata de no preocuparte mucho.
5. Evita los cigarrillos y el café. Ellos hacen la celulitis más prominente debido a que se contraen los vasos sanguíneos.
6. La semilla de uva tiene propiedades antioxidantes, mejora la circulación y reduce los efectos del envejecimiento.
7. Un suplemento de ácidos grasos es importante para mantener la piel con aspecto saludable y húmeda y también puede ayudar en el proceso de desintoxicación. Algunos tratamientos para la celulitis a base de hierbas son buenos, contienen extractos de hierbas que son clínicamente comprobados para ayudar a combatir la celulitis.

La mejor manera de eliminar la celulitis es a la antigua: dieta anticelulitis saludable y ejercicio, estas son algunas formas de eliminar la celulitis.

¿Por qué debemos controlar las calorías que bebemos?

Cuando hablamos de dieta automáticamente pensamos en calorías y por supuesto, en alimentos, pero generalmente olvidamos que dentro de este término se encuentran alimentos en estado sólido y líquido, pues es frecuente no hablar de las bebidas cuando queremos cuidar la alimentación.

Olvidamos decir y cuidar lo que bebemos pero sabemos que muchos líquidos no poseen nulo valor nutritivo o energético, por eso, a continuación te contamos por qué debemos controlar las calorías que bebemos y cuánto pueden influir las mismas en nuestro organismo.

La realidad es que las calorías que bebemos pueden afectar mucho más de lo imaginado nuestro balance energético, contribuyendo así, a ganar peso y grasa corporal que después se traduce en enfermedad. Además, muchas bebidas no son más que fuente de calorías vacías, como algunas bebidas alcohólicas o los refrescos que brindan gran cantidad de azúcar.

El azúcar bebido aporta muchas calorías, pero no percibimos saciedad ni saboreamos su consumo, es decir, no podemos sentir el placer que sentimos comiendo un alimento sólido, por ejemplo un pastel, con similar cantidad de azúcar. Entonces, puede desequilibrar grandemente nuestra dieta.

Algo similar sucede con las bebidas alcohólicas, pues es frecuente escuchar decir que engordamos pero comemos poco, pero la mayor parte de las calorías diarias y que llevan a un balance calórico positivo, puede estar dado por las bebidas ingeridas.

De hecho, muchos de los consumidores habituales de refrescos azucarados perderían peso con solo suprimir su ingesta por una semana.

Entonces, podemos ver que las calorías que bebemos pueden influir grandemente en nosotros al afectar la calidad de la alimentación y por eso, debemos controlarlas tal como hacemos con las calorías sólidas que consumimos a diario.

Además de las calorías, es importante ver de dónde vienen las mismas, pues no será lo mismo un zumo de naranja recién exprimido que además de azúcares nos ofrece variedad de vitaminas y minerales, que un vaso de refresco azucarado que sólo nos ofrece azúcar y otros químicos sin nutrientes valiosos para el organismo.

28 de septiembre de 2010

Culturismo a edades avanzadas

Probablemente usted se habrá preguntado qué ocurre con los fisicoculturistas una vez que envejecen o después de los 40. ¿Pueden mantener siempre un cuerpo exquisito en fibras y con nula presencia de grasas? ¿Les influye en algo el incontenible esfuerzo que periódicamente realizan en sus entrenamientos y los anabólicos que introducen al organismo?

Claramente, el cuerpo humano, por más ejercicio que haga, tiende a cambiar en forma y contextura de acuerdo con la edad. La grasa se administra de distinta manera alrededor de esos músculos que, paralelamente, pierden elasticidad y tonificación. La apariencia vigorosa y la fuerza, en mayor o menor medida, disminuirán.

Sin embargo, hay problemas mucho más serios que la pérdida de la belleza física. Hablamos de lesiones y enfermedades importantes. Un programa de ejercicios desarrollado con apoyo profesional y sin llevar la exigencia a niveles imposibles, probablemente no implicará consecuencias patológicas durante la vejez. Pero cuidado, el organismo de seguro sí pasará la cuenta a quienes hayan abusado de sustancias extrañas y de un entrenamiento anti natural.

Ejercicios contraproducentes

Como todo deporte actual, el culturismo posee un alto nivel de estudio científico. En este caso, el entrenamiento ideal está dado por lo que se llama “triángulo del buen comportamiento”. Esto es, combinar en su justa medida la musculación (el trabajo de fisicoculturismo básico), los ejercicios aeróbicos y la elongación. Descuidar cualquiera de estos tres puntos o ejecutarlos mal, puede resultar peligroso para el organismo. Para los jóvenes deportistas y aficionados, tal vez no hoy ni mañana, pero sí en el futuro, durante la tercera edad.

El fisicoculturista argentino (campeón mundial en 1964 y ya fallecido) Jorge Brisco, profesor de educación física especializado en musculación y presidente de la ISTA (Federación Internacional de Entrenadores Deportivos), dijo que buena parte de estos problemas se originan en la adolescencia. “Cualquier enseñanza de fisicoculturismo que a esa edad no respete cartílagos de crecimiento, actitudes posturales, desarrollo toráxico y carga adecuada, puede traer serios problemas de columna; una hernia de disco en la mayoría de los casos. Aparecen las algias del esfuerzo: problemas articulares, producto de ejercicios mal hechos o peso excesivo en las máquinas”.

Lo que ocurre es que a esa edad (antes de los 18 años) la estructura ósea aún no está en pleno desarrollo y cualquier defecto estructural que se genere en el organismo será difícilmente corregible.

Jorge Brisco agrega que “el sistema óseo-articular se mantiene con las riendas musculares. Si uno realiza, por ejemplo, demasiado entrenamiento pectoral y no se trabaja la parte de la cintura, se produce un acortamiento de las fibras que lleva a la sifosis (malformación dorsal), producto de una musculatura que se desarrolla, pero asimétricamente”.

Algo similar ocurre con los adultos que practican mal el deporte. El desarrollo de musculatura exagerada en algunas partes del cuerpo, pero que desarmoniza con otras, no sólo resulta antiestética, sino puede originar trastornos físicos difíciles de superar.

Muerte por esteroides

Al margen de ejercicios hechos incorrectamente o mal dosificados, el principal problema que sufren los fisicoculturistas en la tercera edad, son las patologías emanadas del uso indiscriminado que dieron a hormonas y esteroides durante su juventud.

Estas sustancias comenzaron a hacerse populares en la década de los 70’s. Primero en los deportes de fuerza (físicoculturismo y levantamiento de pesas) y, luego, en las carreras de potencia, como los 100 metros planos y los saltos.

“Gente se ha muerto por esto”, comenta Brisco. “Existen muchos casos, especialmente en los últimos años, de exfisicoculturistas que han fallecido por el uso de sustancias para potenciar el rendimiento. Por lo general, se trata de personas con afecciones cardiovasculares”.

Los compuestos más utilizados son los anabólicos esteroides, que son hormonales. Gracias a ellos uno puede obtener una mejor anabolización del cuerpo, es decir, son asimiladas más rápidamente las proteínas, aminoácidos y vitaminas combinadas. Sustancias que cumplen esta función, como la creatina, son aceptadas en las competiciones y dan estupendos resultados en el corto plazo.

Productos hormonales o drogas esteroides como el estanozonol pueden traer serias lesiones al hígado (incluso cáncer), al riñón y disminuir notablemente la potencia sexual. La explicación simplificada es que estas hormonas cuando son administradas artificialmente, inhiben la producción que naturalmente el propio organismo genera. Eso explica, por ejemplo, que los testículos disminuyan progresivamente su producción de testosterona hasta llegar (si las dosis de droga han sido muy fuertes) a la infertilidad.

Para quienes realizan habitualmente fisicoculturismo o piensan practicar esta especialidad, se recomienda lo siguiente:

- Evitar el consumo de drogas esteroides o sustancias hormonales. En su momento parecen inofensivas, pero no lo son, menos aún si las dosis son elevadas.

- Hacerse siempre un chequeo médico previo, para descartar patologías incompatibles con ciertos ejercicios de fuerza.

- Practicar el deporte en establecimientos donde trabajen profesionales de la actividad física y de la salud. Para verificar esto, compruebe que cumplan con las leyes que la mayoría de los países posee respecto de gimnasios y práctica deportiva.

- No iniciar la práctica del fisicoculturismo antes de los 14 años. Si se comienza antes de los 18, realizar un cuidadoso programa de ejercicios, acorde con la edad.

Ejercicios: Despacio y concentrado para ganar volumen

Si vamos a los diferentes gimnasios que pueblan nuestra geografía y preguntamos a los asistentes cuál es la mejor manera de progresar muscularmente hablando, seguro que nos contestarán que la manera de lograrlo es realizando cada ejercicio y las rutinas de entrenamiento con grandes cargas de peso y pocas repeticiones. Es cierto que esta es una buena forma de lograr un desarrollo muscular, pero existen otras formas para mejorar el tono muscular y trabajar las fibras con más intensidad. Se trata de entrenar con cargas más ligeras pero de manera más lenta y concentrada.

Seguro que en más de una ocasión nos hemos quedado estancados a la hora de realizar un entrenamiento. Se trata de una sensación extraña que muchos hemos experimentado por la que el peso que levantamos no es suficiente para seguir evolucionando, ya que lo movemos con mucha facilidad, pero la carga inmediatamente siguiente no podemos levantarla porque nos falta fuerza. Esto nos hace estar condenados a levantar el mismo peso siempre y no evolucionar. Por ello queremos dar algunas pautas sencillas para ir aumentando la fuerza y el desarrollo muscular con ella.

Una manera de conseguir evolucionar es concentrar al máximo el ejercicio en los músculos trabajados. Para lograrlo que vamos a hacer es simplemente realizar la misma rutina de entrenamiento que siempre, pero con pesos más livianos, ya que esta forma de entrenar nos obligará a aguantar durante todo el ejercicio la tensión, tanto en la fase positiva como en al negativa. A simple vista muchas personas desconfiarían de esta manera de entrenar, ya que en su cabeza no conciben el entrenamiento con cargas moderadas para desarrollar las fibras.

El motivo por el que esta manera de entrenar funciona es que normalmente cuando realizamos los ejercicios con pesos elevados lo que hacemos es bajar rápido en la fase negativa para volver al comienzo del ejercicio. Este descenso hace que perdamos tensión en los músculos implicados. En cambio, al entrenar de esta manera que os recomendamos lo que conseguimos es una mayor tensión muscular, porque estamos trabajando los músculos a lo largo de todo el movimiento. Es cierto que la carga es menor, y que el movimiento es más lento, pero es precisamente eso lo que hace que esta manera de entrenar sea tan efectiva si lo que queremos lograr es un desarrollo óptimo de toda la musculatura del cuerpo.

¿Corres con lluvia? sigue los siguientes consejos

La carrera es una actividad muy practicada en todo momento del año, y aunque son muchos los que se limitan a salir cuando el clima no es cálido y seco, muchos otros son amantes de correr con lluvia. Para todos ellos, os dejamos algunos consejos.

- Realiza un recorrido conocido y en lo posible, cuyo terreno no sea de tierra, pues es más sucio y más fácil de estropear con el agua. Si conoces el recorrido y este es de asfalto o césped, será mas fácil prevenir accidentes.

-Usa la cantidad de ropa habitual, no te cargues de prendas porque con el agua, tendrás que soportar un gran peso extra si llevas demasiada vestimenta.

- Cuidate de las ampollas y rozaduras, porque la humedad en los pies generalmente no ayuda, por lo que puede ser útil proteger las zonas sensibles, como los talones, las axilas, los pezones u otras.

- Asegura una buena visión, para lo cual puedes emplear una visera o gorra que no permita que el agua caiga directamente en la cara, de esta manera, podrás ver por donde transitas.

- No olvides hidratarte, aunque haya abundante agua a tu alrededor, el cuerpo perderá con el sudor lo mismo que si no lloviera y la pérdida de líquidos en el organismo afecta el rendimiento, por ello, no olvides hidratarte aunque no sientas la necesidad de hacerlo a causa de la humedad del ambiente.

- Usa el calzado adecuado. Esto es clave en todo momento que corremos, pero cuando llueve más que nunca debemos tener un buen calzado que nos sujete y que nos impida resbalar y caer en medio del recorrido.

Como podemos ver, no hay impedimento para correr con lluvia, podemos disfrutar de una agradable actividad mientras llueve siempre y cuando tengamos en cuenta estos consejos que nos ayudarán a prevenir accidentes indeseados.

Al finalizar la carrera, no olvides estirar como lo haces siempre y secarte correctamente si pretendes seguir ejercitando, ahora sí, en ambiente seco lejos de la lluvia.

25 de septiembre de 2010

Ejercicios y rutinas: Intensidad para sorprender al músculo

La intensidad es el valor cualitativo de la carga de entrenamiento y se expresa en kilos. Se refiere al porcentaje de peso que movemos en una serie, con relación a la fuerza máxima. O sea, que si somos capaces de efectuar una sola repetición de press de banca plano con barra, con 100 Kg. (fuerza máxima), y hacemos una serie con 80 Kg. estaremos entrenando al 80% de intensidad. Esta sería la componente física de la intensidad, pero existe otra componente que es la emocional, o sea, las sensaciones que experimentamos cuando desarrollamos el esfuerzo y que son básicamente dos: dolor y miedo. Ambas, condicionan la manifestación física de la intensidad. Por otro lado, debemos tener en cuenta los conceptos de intensidad absoluta y relativa. La primera ya ha quedado expuesta y la segunda se refiere al porcentaje de trabajo del músculo motor primario durante la realización del esfuerzo.

Evidentemente, en el entrenamiento culturista, es mucho más importante la segunda, puesto que es la que determinará el carácter del estímulo de crecimiento, sobre el músculo motor primario. Pensemos que lo realmente importante cuando efectuamos un ejercicio, no es el peso que movemos, sino, la cantidad de tensión que obligamos a generar a dicho músculo. Podríamos decir que el culturismo es el arte de conseguir la máxima hipertrofia muscular, con el mínimo peso. En otros deportes, como la halterofilia o el powerlifting, donde la fuerza es el factor determinante del resultado, podríamos decir que el objetivo es mover la máxima carga con el menor peso posible.

Así pues, debemos concluir que el estímulo de crecimiento muscular será mayor cuanto mayor sea la tensión que el músculo deba generar durante un determinado intervalo de tiempo. Dicho intervalo se expresa en número de repeticiones y se estima que su número óptimo va de las 6 a las 12 repeticiones. Esto nos sitúa en unos porcentajes de intensidad que oscilan entre el 65% y el 85% sobre la fuerza máxima (100% de intensidad).

Adaptaciones al entrenamiento de intensidad submáxima

Otro concepto que conviene tener claro es el de adaptación. En el ámbito deportivo, el fenómeno adaptativo permite modificar las estructuras orgánicas de modo que podamos responder con mayor eficacia a los estímulos presentados en forma de ejercicio físico. Concretamente, en el caso del culturismo la adaptación que se persigue es la hipertrofia selectiva de los músculos. Para ello, los sometemos a un esfuerzo intenso y de corta duración que estimule el aumento del número de elementos contráctiles (miofibrillas) obteniendo, así, un crecimiento de la sección transversal del músculo. Lógicamente, para que se produzca el fenómeno adaptativo, es esencial aportar al organismo la cantidad necesaria de nutrientes y no volver a entrenar el mismo músculo hasta que se haya completado la sobrecompensación.

Todo estímulo que no alcance una magnitud a la que el músculo no esté habituado, no tendrá un efecto de estímulo de hipertrofia. Para comprender mejor este fenómeno describiremos, a continuación, todas las adaptaciones que se producen en el músculo cuando se realizan esfuerzos a intensidad submáxima:

1º Activación de un mayor número de unidades motoras.
2º Mejora de la coordinación intramuscular.
3º Mejora de la coordinación intermuscular.
4º Aumento del tamaño de las miofibrillas.
5º Aumento del número de miofibrillas.
6º Aumento del tamaño de la fibra muscular.
7º Aumento del tamaño del tejido conjuntivo.
8º Aumento de la vascularización.

Ahora la cuestión que debemos plantear es como seguir estimulando el proceso que conduce a la hipertrofia y las condiciones bajo las que debe plantearse el entrenamiento para alcanzar tal objetivo.

Sorprender a los músculos

El argumento que se esgrime para justificar los cambios en el entrenamiento acostumbra a ser que el músculo se habitúa a los ejercicios y a los procedimientos o modelos que se aplican con el objeto de estimular el crecimiento. Eso es cierto, pero lo que resulta difícil de justificar es la forma en que se llevan a cabo los cambios para seguir progresando. A continuación, haremos un repaso de todas las propuestas que se nos hacen con relación a los diferentes elementos que integran una sesión de entrenamiento y analizaremos qué consecuencias podemos esperar con su aplicación.

1. Cambiar los ejercicios

Se dice, y es cierto, que existen muchos ejercicios para trabajar cada músculo. Lo que no se dice es que no todos los ejercicios permiten generar la misma tensión en el músculo motor primario y en consecuencia no poseen el mismo grado de eficacia en términos de crecimiento muscular. Lo primero que debemos saber es que cada músculo posee un potencial máximo de tensión que únicamente puede generarse cuando la estructura del movimiento es la más adecuada y las condiciones de solicitación neuromuscular son elevadas.

Es cierto que un curl puede hacerse con barra, con mancuernas a dos manos (alterno o al unísono), a una mano, de pie, sentado, inclinado sobre un respaldo o incluso tumbado y se puede hacer en una polea o en una máquina. Todas estas variaciones nos permiten llegar a efectuar más de 25 ejercicios. Pero no olvidemos que estamos hablando de un músculo que no admite ser entrenado desde varios ángulos (como sería el caso del pectoral) aunque tenga dos cabezas, ya que ambas se originan en dos puntos muy próximos y el grado de preestiramiento que se puede lograr mediante la rotación externa del brazo, es mínimo e incluso podría calificarse de irrelevante. ¿Qué sentido tiene pues, variar los ejercicios, en este caso?. No vale decir que así rompemos la monotonía del entrenamiento y no nos aburrimos de hacer siempre lo mismo. Este argumento solo pueden esgrimirlo los que aún no han comprendido el verdadero significado del entrenamiento culturista.

Por consiguiente, ¿qué otra justificación se puede aducir para defender la necesidad de cambiar de ejercicios? Pues solo nos queda la de que el músculo se acostumbra ha hacer siempre lo mismo. Pero ¿a qué se acostumbra, en realidad?, a un gesto, a un recorrido o ¡a una carga! Si hemos comprendido lo que significa el proceso de estimulación muscular para la obtención de hipertrofia debemos concluir que dicho proceso solo puede optimizarse mediante el incremento periódico y adecuado de las cargas manejadas. El resto de las variables, tales como: recorrido, velocidad y balance muscular, deben permanecer inalterables una vez establecido su correcto desarrollo. Está claro que debemos efectuar, únicamente, aquellos ejercicios que permitan al músculo protagonista generar la máxima tensión de que es capaz. Cualquier estructura de movimiento que no lo permita, no hará más que reducir la calidad del estímulo de crecimiento.

¿Quiere decir que mi propuesta es hacer, tan solo, un ejercicio o dos para los bíceps?. ¡Efectivamente!. O acaso los culturistas de todo el mundo no han hecho, durante los últimos 50 años, un solo ejercicio para desarrollar los isquiotibiales (curl femoral en máquina), un paquete muscular mucho mayor que el flexor del codo y con excelentes resultados. Y no me digáis que me olvido del curl femoral de pie, porque es lo mismo.

2. Modificar el tiempo de pausa entre series

El objetivo de la pausa entre series no es otro que el de permitir la suficiente recuperación entre esfuerzos y poder mantener el nivel de intensidad. Cualquier reducción de ese tiempo solo puede ir en detrimento de la necesaria recuperación e impedir la aplicación de la intensidad y en consecuencia de la calidad del estímulo. Claro que si acortamos la pausa provocaremos un efecto adaptativo diferente, pero no orientado al crecimiento, sino a la mejora de la resistencia muscular y la tolerancia al ácido láctico, algo que puede ser interesante para aquellos deportistas que precisen dichas cualidades, pero no para un culturista que busca hipertrofiar sus músculos. A pesar de ello, una práctica muy extendida entre los culturistas de competición es reducir el tiempo de pausa durante la fase de definición en un vano intento de quemar más grasa. Como si la grasa se utilizara como fuente de energía durante un trabajo anaeróbico.

3. Aumentar el número de series

El número de series debe ser considerado como el tiempo total durante el cual estimulamos un músculo para que crezca. Ese tiempo está directamente determinado por la necesidad de mantenerse dentro de los márgenes de intensidad que se consideran óptimos para alcanzar el grado de saturación de trabajo. Recordemos, una vez más, que ese margen se sitúa entre el 65% y el 85%. Cualquier esfuerzo que se sitúe por debajo del 65% tendrá escaso poder de estimulación y debe ser evitado. A menos que lo que busquemos sea mejorar la resistencia muscular favoreciendo el aumento de los depósitos de energía.

4. Aumentar el número de repeticiones

Este caso es aún más evidente. Si estuviéramos hablando de atletismo no habría ninguna duda respecto a la imposibilidad de aumentar la intensidad en base al aumento del volumen de la carga. Uno puede correr lo más rápido posible o correr durante mucho tiempo, pero no puede hacer las dos cosas a la vez. De igual modo, un culturista puede mover mucho peso o hacer muchas repeticiones, pero no puede hacer ambas cosas al mismo tiempo. No hará falta que os diga lo que ocurre cuando uno aumenta el número de repeticiones en una serie. ¿Sois velocistas o maratonianos de las pesas?.

5. Variar el orden de los ejercicios

Está claro que los músculos grandes como el pectoral, el deltoides o el dorsal que poseen haces fibrilares dirigidos en varias direcciones, deben ser entrenados con una variedad de ejercicios que los trabajen desde diversos ángulos a fin de obtener un desarrollo completo y equilibrado. Pero no todos los músculos poseen esa característica. En el caso de músculos multifasciculados, es aconsejable variar el orden de ejecución de los ejercicios cada cierto tiempo para priorizar el trabajo en ciertos fascículos, ¡pero tampoco cada día!.